El Mediterráneo afronta un escenario de riesgo creciente derivado del cambio climático, con episodios de lluvias torrenciales más intensas, ascenso del nivel del mar y un progresivo deterioro de los ecosistemas litorales. En este contexto, expertos y organismos internacionales coinciden en que restaurar la naturaleza y anticipar las inundaciones será esencial para proteger tanto las ciudades como la franja costera.
La combinación de infraestructuras verdes, planificación territorial y sistemas avanzados de alerta temprana se perfila como la estrategia más eficaz para reducir daños y fortalecer la resiliencia de la región.
La restauración ecológica emerge como una herramienta clave. Humedales, marismas, dunas y bosques ribereños actúan como barreras naturales capaces de absorber energía del oleaje, frenar la erosión y retener grandes volúmenes de agua durante tormentas intensas.
El Mediterráneo, epicentro del cambio climático: más calor, más eventos extremos y más inundaciones
La región mediterránea es uno de los epicentros del cambio climático: se está calentando un 20% más rápido que el resto del mundo y ya experimenta los impactos de eventos extremos como olas de calor, grandes incendios forestales, pérdida de biodiversidad y lluvias torrenciales.
Estas últimas están muy presentes en la memoria colectiva de España y Cataluya tras la DANA en Valencia hace un año y las inundaciones en Terres de l’Ebre el mes pasado.
El Mediterráneo afronta un escenario de riesgo creciente derivado del cambio climático, con episodios de lluvias torrenciales más intensas, ascenso del nivel del mar y un progresivo deterioro de los ecosistemas litorales.
Tres proyectos clave para adaptar ciudades: alerta temprana, soluciones basadas en la naturaleza y humedales vivos
En este contexto, el programa Natural Heritage Mission of the Interreg Euro-MED reúne a un consorcio de 16 entidades mediterráneas que trabajan para compartir conocimiento, desarrollar herramientas y conectar los resultados de 18 proyectos financiados por el programa con diversos actores clave del Mediterráneo como administración pública, instituciones de investigación, ONGs, empresas, entre otros. El objetivo es abordar conjuntamente los desafíos ambientales urgentes como estos.
Tres de estas iniciativas se centran precisamente en proteger las ciudades y los territorios más vulnerables de las inundaciones. Parte de sus resultados y avances se presentarán del 25 al 27 de noviembre en Barcelona, como antesala del Día Mundial de la Mediterránea el día 28, en un evento presencial en Barcelona organizado por el CREAF, socio responsable de las actividades de transferencia de conocimiento, junto con MedCities, y que reunirá más de 130 perfiles políticos, técnicos y científicos.
Uno de los proyectos es LocAll4Flood, coordinado por el Centro Tecnológico BETA de la UVic-UCC, reúne administraciones, centros de investigación, universidades y empresas para mejorar la gestión del riesgo de inundación.
El plan incluye acciones concretas como un sistema de alerta temprana adaptadas a cada región para proteger mejor a la población de las inundaciones; una metodología para mejorar la toma de decisiones entre diferentes actores territoriales; y la elaboración de catálogo de soluciones basadas en la naturaleza diseñadas a medida que incluye, por ejemplo, la reforestación, los parques urbanos o los pavimentos permeables.
Estas medidas se están planificando para nueve cuencas piloto, entre ellas Vic y Gurb en Catalunya y Torrents Gros y Na Bàrbara en Mallorca. Además, también han desarrollado un kit educativo para la población que vive en zonas inundables.
Por su parte, Wetland4Change, coordinado por la Universidad Forestal de Bulgaria, tiene como objetivo revertir la degradación de los humedales en el Mediterráneo con el doble objetivo de reducir los impactos de los episodios de lluvias intensas en los cuerpos de agua adyacentes, por ejemplo, regulando los picos de caudal y la escorrentía superficial, y de aumentar la capacidad de los humedales para capturar carbono.
El plan incluye acciones concretas como un sistema de alerta temprana adaptadas a cada región para proteger mejor a la población de las inundaciones;
El proyecto implementa acciones concretas en cinco áreas piloto, entre ellas la Albufera de Valencia, que hace apenas un año se vio gravemente afectada por las tormentas de la DANA, un evento que puso de manifiesto tanto la fragilidad del sistema como la necesidad urgente de restaurar los humedales.
Además, el proyecto ha desarrollado una base de datos de humedales mediterráneos y un plan de transferencia para ayudar a las administraciones y a los gestores de áreas protegidas a integrar estas soluciones en sus políticas.
En el caso del proyecto MedSeaRise, coordinado por Anatoliki, evalúa los riesgos asociados al aumento del nivel del mar en la cuenca mediterránea, incluidas las inundaciones. Para ello, se apoya en proyecciones climáticas avanzadas e incluye estudios de caso en seis áreas costeras, entre ellas el Delta del Llobregat.
Gobernanza y colaboración: más de 250 organizaciones conectadas para proteger el Mediterráneo
Más allá de dar visibilidad a los resultados de los proyectos, un pilar transversal de esta iniciativa de Interreg Euro-MED es la promoción de mejorar la colaboración en toda la región mediterránea.
«Creamos oportunidades de diálogo y transferencia de conocimiento entre las más de 250 organizaciones de la comunidad del programa Interreg y más allá», explica Annelies Broekman, investigadora de CREAF que coordina la estrategia de transferencia y amplificación.
Bajo este paraguas de cultura colaborativa, los socios también han lanzado una campaña dirigida a la sociedad para mostrar buenas prácticas en gobernanza ambiental. En el caso de Catalunya, destacan dos experiencias. Una es Life eCOadapt50, liderado por la Diputació de Barcelona, donde los municipios participan en living labs para integrar la adaptación climática en los sectores agrícola, ganadero, forestal, pesquero y turístico.
También han destacado la iniciativa Veus del Territori, en la que la Xarxa per a la Conservació de la Natura ha recopilado testimonios de personas y organizaciones que impulsan acuerdos de custodia para conservar la naturaleza en Catalunya. «Otra iniciativa a nivel español es el contrato del río Guadalete en la Campiña de Jerez, coordinado por la Fundación Nueva Cultura del Agua y que ha involucrado a varios actores para preservar el río de manera conjunta», añade Broekman.
De Catalunya al Guadalete: ejemplos de buena gobernanza climática y custodia del territorio
Algunos de los resultados de los proyectos que forman parte del programa Interreg Euro-MED Natural Heritage Mission se presentarán entre el 25 y el 27 de noviembre en un evento que reunirá a diversos perfiles, incluidos responsables políticos, expertos y entidades mediterráneas.
El encuentro, coorganizado por CREAF y MedCities con el apoyo de diversas instituciones internacionales, llega en un momento de renovación de las políticas mediterráneas, incluido el nuevo Pacto por el Mediterráneo, la revisión de la Estrategia Mediterránea para el Desarrollo Sostenible y la reciente Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE.
El evento explorará las oportunidades que abren estos marcos para abordar los principales desafíos socioambientales que afronta el Mediterráneo, como restaurar la naturaleza y adaptarse a los crecientes impactos del cambio climático. También dará voz a los proyectos Interreg Euro-MED que ya están implementando soluciones innovadoras en ecosistemas terrestres y marinos.
«Queremos que este encuentro fortalezca la cooperación entre los actores clave del Mediterráneo, tanto políticos como científicos, en un momento en el que la acción es más urgente que nunca. Asimismo, queremos destacar el papel de las autoridades locales como ejecutoras y actores clave para dar una respuesta práctica a todos los desafíos globales y regionales», concluye Carolina Pérez, responsable de políticas e intercambio de conocimiento en MedCities.
Por ejemplo, gracias a la colaboración con la Unión por el Mediterráneo, las recomendaciones formuladas a partir de la experiencia de los proyectos de este programa Interreg se transmitirán al Foro Regional para el Mediterráneo y a la Convention for the Protection of the Marine Environment and the Coastal Region of the Mediterranean, llegando así a los principales responsables de la toma de decisiones.
Al mismo tiempo, la anticipación será determinante. Los modelos climáticos muestran que los episodios extremos serán más frecuentes y difíciles de predecir, por lo que contar con sistemas de monitorización en tiempo real, mapas de riesgo actualizados y protocolos de evacuación bien ensayados es fundamental.
La combinación de naturaleza restaurada, tecnología preventiva y una ordenación territorial más prudente constituye la mejor garantía para afrontar un Mediterráneo cada vez más vulnerable. Actuar ahora permitirá reducir impactos futuros y asegurar la habitabilidad de uno de los litorales más densamente poblados y valiosos del mundo. Seguir leyendo en ECOticias.com















