Una ola de calor es un período prolongado en el que las temperaturas son inusualmente altas. Se espera que, a causa del calentamiento global inducido por las actividades antropogénicas, se vuelvan más frecuentes y más graves en el futuro, en todo el mundo.
Las personas afectadas por las olas de calor pueden sufrir un shock, deshidratarse y desarrollar enfermedades graves por el calor. Las olas de calor también pueden empeorar las enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas.
En España se prevé que este fin de semana se verifique la primera ola de calor de la temporada de verano, que aparentemente no será la única y para las aquel hay que estar preparados para afrontar, evitando estar expuestos al sol de manera excesiva y verificando la correcta hidratación corporal.
A las puertas de la primera ola de calor
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido el aviso de la primera ola de calor de este verano, que se activará este sábado 28 de junio y tendrá una duración mínima de tres días, hasta el martes 1 de julio. Este fenómeno meteorológico se extenderá por casi toda la península, a excepción del cuadrante noroeste y el área cantábrica.
Después del descenso de temperaturas que se han registrado durante este miércoles por la retirada del dorsal térmico hacia el este peninsular, un amplio anticiclón registrado en niveles medios y altos ocupará el territorio nacional este fin de semana. El anticiclón, proveniente del interior del continente africano, se extenderá hacia el norte a partir del viernes 27.
La Aemet anticipa que este episodio induzca un «flujo de componente sur que introducirá sobre la Península y Baleares una masa de aire muy cálida y relativamente seca». Esto, unido a la elevada insolación, dará lugar a un aumento térmico progresivo. Esta sensación climática se podrá percibir a partir del jueves en zonas focalizadas y se extenderá al resto de la península entre el viernes y el sábado.
Zonas con mayor y menor afectación
Como consecuencia, se esperan valores térmicos más altos que los habituales en estas fechas, salvo en el cuadrante noroeste y área cantábrica, donde habrá un flujo atlántico con una temperatura más fresca.
Por otro lado, las zonas más afectadas estarán concentradas en la mitad sur del país, con especial intensidad en el cuadrante suroeste y en las depresiones del nordeste. En estos puntos, se espera que desde el sábado se superen de forma bastante generalizada los 38 °C, pudiendo incluso alcanzar los 42 ºC de máxima en los valles del Guadiana, del Ebro y del Guadalquivir.
‘Pico’: domingo y lunes
Los días álgidos de la ola de calor serán el domingo 29 y el lunes 30, cuando los valores superiores a los 40 °C se extenderán al valle del Tajo, siendo muy probable que se superen los 42 °C en el entorno del Guadalquivir. Durante el episodio, las temperaturas también serán altas en la meseta norte, interior de Mallorca y en los valles del Júcar y el Segura, donde se alcanzarán los 36 °C y puntualmente los 38 °C.
Las temperaturas mínimas también serán más elevadas que durante estas jornadas, oscilando entre los 23 y los 25 °C en amplias zonas de la mitad sur y del valle del Ebro a lo largo de todo el periodo de protección.
Y el domingo además… calima
Asimismo, la llegada de esta masa de aire sahariano vendrá acompañada de calima a partir del domingo por la tarde, en la mitad oeste peninsular de manera inicial. Este polvo en suspensión en el aire podría estar acompañado por algo de nubosidad media y alta, añadiendo cierta incertidumbre al pronóstico de las temperaturas máximas durante la ola de calor.
La predicción de la Aemet adelanta que el descenso término podría iniciarse por el oeste peninsular a partir del miércoles 2 de julio, extendiéndose el jueves de forma más acusada a la mitad norte peninsular. No obstarte, es probable que durante estos días todavía se prolongue el episodio de temperaturas excepcionalmente altas en el cuadrante suroeste, superándose los 38 a 40 °C.
Canarias ‘a salvo’ de la ola de calor
En cuanto a Canarias, la masa de aire desde el norte de África afectará a la mitad este del archipiélago, con una subida de las temperaturas durante el viernes y el sábado, pero sin que sea lo suficientemente significativa ni generalizada como para que se pueda considerar ola de calor.
La zona más acusada será medianías y cumbres orientadas al sur de Gran Canaria, donde se podrían alcanzarse los 35 o 37 °C el sábado. Además, la entrada de calima podría ser considerable en Lanzarote y Fuerteventura, aunque es poco probable que los valores más altos se registren en la superficie. ECOticias.com