La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, ha calificado como “un disparate” cualquier propuesta para retrasar los objetivos climáticos de la Unión Europea, subrayando la urgencia de acelerar las medidas destinadas a frenar el calentamiento global.
Según Ribera, aplazar los compromisos asumidos implicaría un retroceso que tendría consecuencias graves tanto para el medio ambiente como para la economía y la salud de las personas. La ministra argumenta que la ciencia es clara: cada año de inacción aumenta los impactos del cambio climático, tales como sequías prolongadas, olas de calor más intensas, inundaciones repentinas y pérdida de biodiversidad.
Ribera insiste en que la transición hacia un modelo energético más sostenible no debe verse como una carga, sino como una oportunidad para desarrollar nuevos sectores, crear empleo de calidad y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Para ella, Europa se encuentra en una posición clave para liderar este proceso gracias a sus capacidades tecnológicas, su marco regulatorio y su compromiso ciudadano.
Teresa Ribera contesta a los que quieren frenar los objetivos europeos ante el cambio climático
La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, instó este martes a «un esfuerzo masivo» para seguir actuando contra el cambio climático porque «existen millones de razones para seguir trabajando» y retrasar los objetivos es, dijo, «un disparate».
«Necesitamos este esfuerzo masivo para tener éxito. Necesitamos recuperar la confianza en lo que podemos lograr si actuamos mejor. Hoy en día, existen millones de razones para seguir trabajando», afirmó Ribera en su discurso de inauguración de la primera edición de la Semana del Clima y la Naturaleza de París, un nuevo evento europeo dedicado a la transición ecológica.
Diez años después de la adopción del Acuerdo de París y en vísperas de la COP30 en Belém, Ribera desgranó algunas de las «millones de razones» para seguir en la misma senda que se trazó hace una década en la capital francesa y plantar cara a los negacionistas o a los que quieren retrasar las plazos para alcanzar los objetivos marcados.
«A quienes dicen que retrasemos la acción climática, deberíamos poder responder: ‘No, eso no es racional. Eso es un disparate‘», subrayó en una mesa redonda posterior que compartió con el presidente del Instituto Jacques Delors, Enrico Letta; y moderada por la decana de la Escuela del Clima de París, Laurence Tubiana.
La política española, una voz internacional en la lucha contra el cambio climático, aludió, por ejemplo, a los 3.400 millones de personas que carecen de saneamiento adecuado en el mundo, a los más de 750 millones de personas que siguen sin electricidad o a los más de 1.000 millones que carecen de acceso a energía asequible cada día o a los 2.000 millones de toneladas de residuos que el mundo produce al año.
Ante ese panorama, la vicepresidenta ejecutiva comunitaria consideró que «debemos seguir construyendo lo que podríamos identificar como un sueño europeo: una combinación de solidaridad, sostenibilidad y oportunidades«.
«Esto significa invertir de forma diferente. Significa invertir en un modelo económico y social a prueba del clima, en transformación, en innovación, en resiliencia, en libre competitividad, en acción conjunta en cualquier zona de Europa», dijo la también responsable de la política de Competencia en la Unión Europea.
En ese sentido, abogó por dar «un paso adelante» en el camino para lograr la descarbonización total de la economía porque «necesitamos hacerlo», aunque manteniendo la competitividad económica en la UE.
Y por establecer una hoja de ruta con «cierta claridad. No todo detallado, pero sí claro y coherente», dijo, especialmente con «algunas flexibilidades, porque desconocemos cómo evolucionará, pero cierta claridad sobre cómo combinar las diferentes grandes vías de acción, las grandes vías de cooperación y las grandes vías para crear estas uniones dentro del mercado único«, explicó.
Para Ribera, estamos ante un «momento crucial para Europa, para la gobernanza global y (…) para la democracia y la paz». Por ello, alerto del impacto devastador del cambio climático ya que «amenaza el liderazgo, la paz y el desarrollo económico».
«Se estima que el coste de la adaptación en los países en desarrollo ronda los 365.000 millones de dólares al año en 2035. La financiación para la adaptación aún se sitúa en tan solo 36.000 millones de dólares estadounidenses», indicó a modo de ejemplo en su discurso en Sciences Po, que organiza el evento de tres días inaugurado por Ribera.
El objetivo es examinar las diferentes formas de gobernanza —pública, privada, local, nacional e internacional— para identificar las barreras y obstáculos que persisten en las sociedades y trazar las vías necesarias para acelerar la transformación.
Entre los participantes figuran, entre otros, el presidente de la COP21 y del Círculo de Presidentes de la COP, Laurent Fabius; la decana de la Escuela del Clima de París, Laurence Tubiana; el presidente del Instituto Jacques Delors, Enrico Letta; o el presidente de Sciences Po, Luis Vassy.
A lo largo de tres días y más de 60 eventos, Sciences Po reúne a líderes políticos, ejecutivos de empresas, representantes institucionales, actores de la sociedad civil, así como universidades líderes e investigadores internacionales, unidos por una ambición compartida: acelerar la transición ecológica en todos los niveles de la sociedad y nuestra economía.
Tal y como ha destacado Teresa Ribera, la sociedad europea ha demostrado una creciente conciencia ambiental, especialmente entre los jóvenes, quienes exigen acciones firmes y coherentes. La ministra señala que mantener el rumbo no solo responde a una obligación moral hacia las generaciones futuras, sino también a una responsabilidad política con el presente.
En definitiva, defiende que los objetivos climáticos de la UE no deben retrasarse, sino reforzarse. La transición ecológica, afirma, debe ser justa, inclusiva y ambiciosa, porque actuar tarde costará mucho más que actuar ahora con determinación y visión de futuro. EFE / ECOticias.com














