Las emisiones de carbono de China han sido sustancialmente sobrestimadas por los organismos internacionales durante más de diez años, según un estudio de la Universidad de East Anglia.
Desde 2000 a 2013 China produjo 2,9 gigatoneladas menos de carbono que las estimaciones previas de sus emisiones acumuladas.
Estos hallazgos, publicados en la revista ‘Nature’, sugieren que la sobreestimación de las emisiones de China durante este periodo puede ser superior que la estimación total del sumidero forestal de China —un almacén natural de carbono— en 1990-2007 (2,66 gigatoneladas de carbono) o el sumidero de carbono del suelo en China entre 2000 y 2009 (2,6 gigatoneladas de carbono).
La revisión de las estimaciones de las emisiones de carbono de China fue realizada por un equipo internacional de investigadores, liderado por la Universidad de Harvard, en Estados Unidos; la UEA, la Academia China de Ciencias y la Universidad de Tsinghua, en China, en colaboración con otras 15 instituciones científicas internacionales.
El equipo reevaluó las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento entre 1950 y 2013. Utilizaron datos de evaluaciones independientes de las cantidades de combustibles quemados y nuevas mediciones de factores de emisión –la cantidad de carbono oxidado por unidad de combustible consumido– para el carbón chino.
Casi tres cuartas partes del crecimiento de las emisiones globales de carbono por la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento entre 2010-2012 se produjeron en China. Sin embargo, las estimaciones de las emisiones chinas siguen estando sujetas a gran incertidumbre debido a evaluaciones contradictorias de consumo de energía y los factores de emisión. De hecho, el uso de diferentes fuentes oficiales de datos de actividad y factores de emisión puede dar lugar a estimaciones que varían hasta en un 40 por ciento en un año determinado.
El investigador de Reino Unido Dabo Guan, de la Escuela de Desarrollo Internacional de la UEA, explica que el factor clave para las nuevas estimaciones era la calidad del combustible, que por primera vez se tuvo en cuenta en el establecimiento de inventarios de emisiones, algo que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y la mayoría de las fuentes de datos internacionales no tienen.
«China es el mayor consumidor de carbón del mundo, pero se quema carbón de mucha menor calidad, como el lignito, que tiene un menor contenido calorífico y carbono en comparación con el carbón quemado en Estados Unidos y Europa», explica el profesor Guan.
«China es uno de los primeros países en llevar a cabo un estudio exhaustivo de sus cualidades de carbón y se requiere un esfuerzo global para ayudar a otros consumidores de carbón más importantes, como India e Indonesia, a entender sus consumos de carbón, así como la calidad de sus tipos de carbón», agrega.
«Nuestros resultados sugieren que las emisiones de CO2 de China han sido sustancialmente más estimadas en los últimos años. La evaluación de los progresos hacia los compromisos de los países para reducir las emisiones de CO2 depende de la mejora de la precisión de las estimaciones de emisiones anuales y reducir las incertidumbres relacionadas. Estos hallazgos representan un avance hacia la mejora de las estimaciones de las emisiones de carbono anuales a nivel mundial«, añade.
Los investigadores encontraron que el consumo total de energía en China fue un 10 por ciento más alto entre 2000 hasta 2012 que el valor reportado por las estadísticas nacionales del país. Sin embargo, los factores de emisión del carbón de China fueron en promedio un 40 por ciento más bajos que los niveles predeterminados recomendados por el IPCC. Las emisiones procedentes de la producción de cemento de China eran un 45 por ciento menos que las últimas estimaciones.
UN 14 POR CIENTO MENOS DE EMISIONES DE CO2
La estimación revisada de CO2 de China a partir de la combustión de combustibles fósiles y la producción de cemento en 2013 es de 2,49 gigatoneladas de carbono. Esto es hasta un 14 por ciento inferior a las emisiones notificadas por las evaluaciones anteriores, incluidas las del Centro de Análisis de Información sobre el Dióxido de Carbono (CDIAC, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos y la Base de Datos de Investigaciones Atmosféricas sobre Emisiones Mundiales (EDGAR) en la UE, que son las fuentes de datos del Quinto Informe de Evaluación del IPCC (AR5), que proporciona evidencia científica para las negociaciones políticas sobre el cambio climático en París a finales de este año.
La cifra es también un 10 por ciento menos que la estimación dada por China en la publicación más reciente del ‘Global Carbon Project’, que actualiza anualmente las emisiones de carbono a nivel mundial y sus consecuencias para las tendencias futuras.
Según la profesora Corinne Le Quéré, directora del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en UEA y codirectora de la publicación de actualizaciones anuales de emisiones para el Proyecto Global de Carbono, había un montón de incertidumbres en los datos chinos, especialmente dadas las discrepancias entre las cifras nacionales y provinciales.
«Todavía hay mucho trabajo que hacer –señala Le Quéré–. El fuerte mensaje aquí es que a medida que refinamos nuestras estimaciones de las emisiones de carbono, nos acercamos a una imagen precisa de lo que está pasando y podemos mejorar nuestras proyecciones climáticas e informar mejor a la política sobre el cambio climático«.
ep