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sábado, junio 3, 2023

Las hojas de los árboles brotan más tarde debido al calentamiento global

Los investigadores, entre ellos expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han descubierto que esta ralentización es gracias a otro factor que regula la salida de las hojas: la acumulación de frío durante el invierto.

Observaciones durante 35 años en diferentes países europeos muestran que la aparición temprana de las hojas de los árboles en respuesta al calentamiento global se ha frenado desde 1980.

Los investigadores, entre ellos expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han descubierto que esta ralentización es gracias a otro factor que regula la salida de las hojas: la acumulación de frío durante el invierto.

Se sabe desde hace tiempo de la relación entre la temperatura media de la primavera y la fecha de aparición de las primeras hojas de los árboles. «En general, cada grado que se añade a la temperatura media entre febrero y abril, conlleva, dependiendo de la especie, una ventaja de entre 2 a 6 días en el brote de las hojas«, dice uno de los participantes en este estudio, Yann Vitasse, estudiante postdoctoral en el Instituto de Geografía la Universidad de Neuchâtel, Suiza.

Los científicos querían saber cómo ha evolucionado esta relación en los últimos 30 años en los que el clima se ha calentado de manera significativa, para lo que analizaron las observaciones de salida de las hojas de siete especies de árboles europeos (aliso, abedul, castaño, haya, tilo, roble y fresno) de más de 1.200 sitios. Según su análisis, las hojas aparecieron en promedio con 4 días de anticipación por cada grado que subió la temperatura primaveral entre 1980 y 1994, frente a sólo 2,3 días antes por grado entre 1999 y 2013, lo que supone una disminución de más del 40 por ciento.

En parte, se debe a los efectos de la inactividad, un estado en el que los brotes de los árboles comienzan a descansar en el otoño y que es causado por un período frío lo suficientemente significativo. Si la temperatura ambiente se calienta durante el invierno, la latencia se convierte en parcial y el árbol finalmente necesita más calor para «forzar» su desarrollo, por tanto, debe esperar más tiempo antes de poder desplegar sus hojas.

«Hemos observado que las hojas de los árboles europeos no brotan tan pronto como se pensaba porque necesitan acumular un cierto número de noches frías para despertar del estado de dormición invernal«, subraya Josep Peñuelas, investigador del CSIC y director de la Unidad de Ecología Global del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales.

Y añade: «Esta menor sensibilidad de los árboles al cambio climático, probablemente, se explica porque, durante el invierno, cada vez hace menos frío y las plantas necesitan acumular el frío necesario durante más tiempo para despertar del letargo invernal». Peñuelas subraya que si, como pronostican los modelos para las próximas décadas, el invierno se vuelve cada vez más cálido, se frenará el avance de la salida prematura de las hojas.

NO ES EL FRUTO DE LA ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO

Sin embargo, otro factor ayuda también a contrarrestar la aparición de las hojas demasiado temprano: la longitud del día, lo que los especialistas llaman «fotoperiodo». Si la temperatura invita a adelantar la fecha del brote de las hojas, la planta se expone a una longitud del día más corta de lo esperado, lo que genera el efecto de retrasar la aparición de las hojas, un mecanismo que es también una protección adicional contra las heladas tardías.

«Las plantas están evitando que los brotes salgan antes de tiempo porque detectan las pocas horas de luz características del invierno. Gracias a este mecanismo, protegen los primeros brotes de los posibles daños de las heladas», agrega el investigador del CSIC.

En todo caso, los científicos de este estudio, que se publica en ‘Nature’, matizan que este parón en la salida temprana de las hojas no es una verdadera adaptación al calentamiento global, ya que los inviernos muy suaves con el tiempo pueden llevar a problemas de desarrollo graves en las plantas de clima templado. Según Peñuelas, es posible que los árboles caducifolios tengan problemas para controlar la salida y el desarrollo de las hojas si continúa disminuyendo el frío invernal, igual que sucede cuando se plantan frutales en países más cálidos.

«No obstante, nuestros resultados no significan que los árboles se adaptan al calentamiento global –advierte Vitasse –. Una falta de frío repetida durante el invierno, impediría aumentos eficaces de la latencia, causando graves problemas de desarrollo de las plantas en general». Para Peñuelas, es precoupante la «menguante sensibilidad de la salida de las hojas al calentamiento progresivo» porque reduce el potencial de los bosques de secuestrar más carbono, intensificando más los efectos del calentamiento global.

ep

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