“La agropecuaria irlandesa es la menos eficiente en términos climáticos en Europa, según un estudio de la UE, que probablemente desencadenará un mayor debate sobre los objetivos medioambientales y de sostenibilidad de Irlanda.”
Más gases en general
La investigación encargada por el Parlamento Europeo, encontró que Irlanda tenía el nivel más alto de emisiones de gases de efecto invernadero por euro de la producción agrícola de los 28 estados miembros.
El resultado refleja el interés primordial de Irlanda por los sistemas más intensivos que emplean carbón (como la industria láctea), lo que contrasta con otros países en los que la silvicultura, las hortalizas y los granos representan una mayor proporción de la actividad.
El Departamento de Agricultura irlandés señaló que las emisiones por unidad de producción en el sector lácteo de Irlanda eran de las más bajas de Europa, mientras que las emisiones por producción de carne de vacuno, también eran inferiores a la media.
Sin embargo, el estudio de la UE examina las emisiones de la producción agropecuaria en su conjunto. Sugiere que la mayoría de los países, incluida Irlanda, están logrando combinar una mayor productividad en la agricultura, con una menor huella de carbono, obteniendo diversos grados de éxito en cuanto a la sostenibilidad del sector.
Por otro lado, el mismo estudio reconoce que el gasto per cápita en I + D aplicados al desarrollo agrícola y ganadero de Irlanda era considerablemente superior, al que se verifica en otros Estados miembros.
Cambios urgentes
La conclusión es que Irlanda no está en el camino correcto, si pretende cumplir con sus llamados «presupuestos del carbono» para 2020 y 2030, en parte porque las emisiones de la industria agropecuaria, el mayor emisor de carbono del país, no parece que vayan a reducirse.
Los resultados de la UE coinciden con un reciente documento del Instituto de Asuntos Internacionales y Europeos (IIEA), que sugiere que, si las emisiones agropecuarias irlandesas no pueden disminuirse, los recortes tendrán que practicarse en otros sectores, como el transporte.
La preocupación estriba en que, para compensar la contribución de la huella de carbono agropecuaria, el transporte estaría obligado a reducir sus emisiones totales entre 2020 y 2030, en al menos un 40% y esto no parece posible
El análisis del IIEA sugiere que la estructura de la agricultura irlandesa necesita ser examinada dado que si no hay cambios drásticos no es económicamente ni medioambientalmente sostenible.
“Que Irlanda diga que tiene sistemas de carne eficientes es como decir que sus plantas de carbón son las de mejor sostenibilidad de la UE, ignorando que hay maneras mucho más económicamente beneficiosas y menos perjudiciales para el Medio Ambiente de producir electricidad», dijo el autor del informe de la IIEA, Joseph Curtin.