“Se habla mucho de la huella de carbono, pero existen pocos análisis de la misma, que profundicen en los factores que la originan en determinado sector, como es el de la cosmética y en el grado de responsabilidad personal, que tiene cada ciudadano del mundo, en disminuirla o aumentarla.”
¿Por qué se calienta la Tierra?
La energía eléctrica puede generarse quemando combustibles fósiles como el gas natural, el carbón y el petróleo, de fuentes renovables como la energía fotovoltaica, la eólica, la hidroeléctrica, la geotérmica o mediante la fisión nuclear.
La quema de fósiles libera CO2 (dióxido de carbono), un peligroso gas de efecto invernadero. En condiciones normales, es decir, si no existiera el Calentamiento Global este gas forma parte de la atmósfera de la tierra, permitiendo el pasaje del calor del sol y evitando, que la mayor parte de éste, escape al espacio.
Sin el CO2 que atrapa el calor del sol, nuestro planeta resultaría demasiado frío para ser habitable. Pero, el exceso de liberación de dióxido de carbono en el aire es uno de los factores, que los científicos consideran que genera el fenómeno del aumento de las temperaturas globales, puesto que se retiene más calor del Sol, del necesario.
Esto a su vez tiene el efecto de hacer que, más áreas de la Tierra resulten inhabitables y que el clima terrestre resulte cada vez más extremo e impredecible. La gran mayoría de los científicos apoya la teoría de que, es imprescindible que se reduzcan de forma drástica, las emisiones de C02.
¿Como calcular la Huella de C?
Para saber cuál es la huella de Carbono de un cosmético se deben tomar en cuenta todos los procesos que intervienen en su fabricación, desde el cultivo de las plantas que lo integran, hasta la manufactura del producto final.
Pero, además, intervienen otros factores como son las fuentes de energía empleadas en cada etapa, desde la fabricación hasta el transporte, cómo lo usa el consumidor y el tratamiento que se les dan a los residuos resultantes.
Este proceso de cálculo, que luego permite hacer una comparación con otros productos, es complejo y difícil. Para cada cosmético, todos los ingredientes (además de tapas, etiquetas y envases) tendrían que rastrearse, según su sistema de distribución, fabricación y transporte, para calcular cuánto CO2 se emite en cada etapa.
¿Qué se está haciendo?
En la actualidad no existen datos adecuados, del CO2 total emitido por la industria de los cosméticos, básicamente porque obtenerlos, además de complejo, resulta un proceso sumamente costoso y largo, por lo que su imposición acabaría con muchas empresas pequeñas.
En realidad, más allá del esfuerzo de algunos, muchas promesas de los gobiernos de todo el mundo y de que cierta cantidad de empresas están cumpliendo con sus objetivos de reducir las emisiones de este gas, no existe una concienciación real a nivel del consumidor, de cuán importante resulta su intervención para conseguirlo.
Existen muchas formas de analizar las etapas y de encontrar en las cadenas de suministros o en las áreas productivas, oportunidades significativas, de reducir la emisión de CO2 y de conseguir mejoras tangibles en la huella de Carbono de los productos.
En cuanto al consumidor, al optar por la compra de cosméticos bio, ecológicos y naturales, ya está dando un gran paso, pero eso no es suficiente, debe saber que su responsabilidad con el Medio Ambiente, abarca mucho más, que simplemente desechar el envase de manera adecuada.