El aumento de partículas en la atmósfera por una intrusión de polvo sahariano empeora la calidad del aire. El protocolo previsto en estos casos prevé desde la disminución de los límites de velocidad en los principales accesos a Barcelona y recomendar el uso del transporte público hasta instar las eléctricas y cementeras a reducir las emisiones.
Contaminación en Barcelona
La velocidad en los accesos de Barcelona quedará limitada desde este mediodía por razones medioambientales. El Servicio Catalán de Tráfico (SCT), a instancias del Departamento de Territorio y Sostenibilidad, regulará a través de la señalización variable la velocidad en las entradas y salidas de Barcelona por la C-31, C-32, y el tramo entre El Papiol y la Avenida Diagonal (AP-7 y B-23). El SCT establecerá el límite máximo de velocidad, que no podrá ser superior a los 90 km / h en las vías equipadas con los sistmes de velocidad variable, salvo que este límite sea inferior, como sucede en algunos tramos. Además, en las demás vías se recomendará circular a esta velocidad a través de los paneles de mensajería variable.
La medida se ha tomado a raíz de la previsión de un episodio ambiental debido a una intrusión de polvo sahariano con concentraciones de polvo en superficie de entre 20 y 40 μg/m3, asociada a unas condiciones atmosféricas que en dificultarán la dispersión. Territorio y Sostenibilidad, a través de la Dirección General de Calidad Ambiental, hará un seguimiento cuidadoso del episodio para levantar la medida temporal tan pronto como se prevea una disminución de la concentración.
Hasta el momento, estos son los niveles de partículas (PM10) que están detectando las principales estaciones de la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire:
Estas medidas están previstas dentro del Plan de Mejora de la Calidad del Aire con el objetivo de cumplir con los límites de contaminantes exigidos por la normativa comunitaria. Se trata de prever el episodio, emitir consejos generales e informar a la población para que utilice los transportes públicos si se debe desplazar, gestionar los límites de velocidad e instar las eléctricas y cementeras a reducir las emisiones.
El último episodio ambiental se produjo entre el 10 y el 14 de octubre de 2011, en aquel caso por altos niveles de óxidos de nitrógeno (NOx).