Era esperable, pero así no es una noticia sencilla ya que pone en un aprieto el proceso de descarbonización en España al no renovarse las ayudas al transporte público por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Unas ayudas que finalizarán el último día de este mes.
En otras palabras, este adiós al transporte público urbano, metropolitano e interurbano se traduce en una subida de los abonos y billetes de los mismos con lo que la gente tirará de nuevo de su coche particular para moverse por las calles.
Los transportes públicos dependientes de ayuntamientos y comunidades autónomas tenían desde hace tres años una bonificación de al menos el 50%, a la que contribuían tanto el Estado, como cada administración.
Adiós a las ayudas del Gobierno al transporte público
No es una sorpresa, pero tampoco una buena noticia: las ayudas del Gobierno al transporte público urbano, metropolitano e interurbano no se prorrogarán más allá del 30 de junio, lo que se traduce en un incremento de los precios de abonos y billetes. ¿Se resentirá el uso del transporte público? Pues eso tememos, que indirectamente, el final de las ayudas suponga un aumento de coches en nuestras calles.
Los transportes públicos dependientes de ayuntamientos y comunidades autónomas contaban desde 2022 y durante este primer semestre de 2025 con una bonificación de al menos el 50%, a la que contribuían tanto el Estado, como cada administración. Pero esta medida de fomento al transporte tiene, literalmente, los días contados: a partir del 1 de julio ya no habrá ayuda del Gobierno al transporte, por lo que los usuarios empezaremos a pagar más caros nuestros viajes en autobús, metro, cercanías…
¿Cuánto más caros? Pues depende de cada caso. Ya hay comunidades, como Madrid que ya ha anunciado los nuevos precios, más caros, pues en la mayoría de los casos el descuento aplicable pasa del 60% al 40%. En Andalucía también han anunciado que se mantendrán algunas ayudas, de forma que los menores y los jóvenes mantengan la gratuidad o descuentos del 50% en sus títulos de transporte, y que se mantendrán descuentos para los demás, aunque menos cuantiosos.
Estos son algunos ejemplos, en otras CCAA, y también en algunos municipios, ya se ha anunciado que se adoptarán medias similares, pero es un hecho que los precios subirán al recortarse las ayudas. Ante esto, el primer consejo práctico para los ciudadanos es que aprovechen para recargar sus títulos de transporte a mejor precio antes de que acabe el mes de junio. El segundo, que no dejen de usar el transporte público en sus desplazamientos.
Menos ayudas = ¿menos transporte público?
El transporte público es uno de los pilares de una movilidad urbana sostenible, además de la principal alternativa al coche. En los últimos tiempos, coincidiendo con la generalización de las ayudas, hemos asistido a incrementos significativos en el uso del transporte público en ciudades como Madrid o Barcelona.
Desde OCU nos tememos que el fin de las ayudas del Gobierno al transporte público suponga un incremento del uso de coche y moto, y por tanto más tráfico en las ciudades, con todo lo que eso implica: ruidos, contaminación, deterioro de la salubridad en los entornos urbanos…
Una reciente encuesta realizada en las dos grandes ciudades españolas revela que tres de cada cuatro usuarios coinciden en afirmar que el transporte público es la mejor forma de reducir el tráfico urbano y se debe seguir mejorando, para conseguir que unas ciudades más limpias y sostenibles, con la implantación de zonas de bajas emisiones (ZBE) sean una realidad.
Para OCU, las ayudas a los usuarios no solo deberían mantenerse, sino que habría que seguir adoptando políticas que fomenten el uso del transporte público y seguir trabajando en la mejora de su calidad y la extensión de la red. Esto es prioritario para la movilidad urbana práctica, limpia y eficiente.