Aunque el pronóstico es que el problema de la capa de ozono llegue a su fin en 2066, el comportamiento que está teniendo en la actualidad desconcierta a los científicos. Cabe destacar que la capa de ozono es una región de la estratósfera ubicada entre 15 y 30 kilómetros sobre la superficie terrestre, con una alta concentración de ozono comparada con otras partes de la atmósfera. Al absorber algunos de los rayos ultravioleta dañinos del Sol, opera como un escudo protector del planeta.
Durante los 70 y 80, fue descubierto un agujero en esta capa causado por los clorofluorocarbonos (CFC), sustancias químicas de origen humano usadas en aerosoles, disolventes y refrigerantes. Al interactuar con la estratósfera, estas sustancias degradan la capa de ozono. Entender el comportamiento de la capa de ozono es complejo, puesto que su estado depende de varios aspectos. El tamaño del agujero varía según las estaciones, comenzando su creación en agosto, logrando su máximo en octubre y cerrando nuevamente a fines de noviembre.
Según el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico (CAMS) de la Unión Europea, el agujero sobre la Antártida fue creado más tarde de lo habitual este año a causa de dos episodios de calentamiento estratosférico repentino en julio de 2024. Esto derivó en un agujero relativamente pequeña para la fecha.
¿Qué está pasando con la capa de ozono?
Los últimos datos registrados advierten de que el agujero de la capa de ozono está siguiendo en la trayectoria de recuperación prevista y se conserva en camino para su restauración a largo plazo. La capa de ozono está mostrando una mejoría y el agujero sobre la Antártida es una clara muestra de ello. No obstante, las altas temperaturas inusuales en grandes áreas del continente antártico durante julio, por un calentamiento estratosférico repentino, están asociadas al tamaño actual del agujero de ozono.
Pese a las alarmantes temperaturas recopiladas en el Polo Sur, los datos más recientes de la zona de ozono auguran un buen pronóstico. Las proyecciones señalan que la capa de ozono podría recuperar los niveles de 1980 (antes de la aparición del agujero) hacia el año 2066 en la Antártida. Pero esta recuperación podría verse retratada mucho antes en otras zonas: 2045 en el Ártico y el resto del mundo en 2040.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, expuso la noticia vía comunicado: “El ozono, una vez un paciente grave, está en camino a su recuperación”. Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial publicó su última actualización sobre el estado de la capa de ozono el pasado 16 de septiembre, el Día Mundial del Ozono. Ese mismo día también fue el aniversario del Protocolo de Montreal de 1987, un acuerdo internacional que culminó con la prohibición de los CFC en todo el mundo. Hasta ahora, es el único tratado de la ONU que ha obtenido la ratificación de las 197 partes.
Los científicos quedan impactados con la recuperación de la capa de ozono
La recuperación de la capa de ozono es un paso hacia delante por parte de la ciencia. Aunque hay varios factores que pueden influir en el tamaño del agujero de la capa de ozono, los esfuerzos humanos, concretamente el Protocolo de Montreal, han tenido una gran influencia a la hora de mitigar los efectos negativos de los CFC.
Si la línea alcanzada continúa, la capa de ozono podría recuperarse al 100% en las próximas décadas, con significativos avances en la protección de la vida en la Tierra. En definitiva, la capa de ozono está experimentando varios cambios positivos que tienen desconcertados a los científicos. Una noticia completamente contrapuesta a la que apareció en 2021, cuando el agujero de la capa de ozono se hizo ‘enorme’.