La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha «renovado» su compromiso con la reducción de emisiones de CO₂, alineándose con los objetivos climáticos a medio y largo plazo de la UE. Aunque concede “más margen” a los fabricantes de automóviles, insistió en que los objetivos no cambian y deben cumplirse, manteniendo así firme el rumbo climático europeo.
De forma paralela, ha defendido una revisión tecnológica neutral de la normativa sobre emisiones, promoviendo un equilibrio entre ambición climática y pragmatismo industrial. Esta estrategia busca no solo proteger el medio ambiente, sino también sostener la competitividad del sector automovilístico europeo frente a la presión internacional.
La Comisión Europea fija de nuevo su compromiso en la bajada de emisiones de CO2
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró hoy que la UE está «firmemente» encaminada a conseguir una reducción de emisiones de CO2 del 55 % en 2030 y abogó por mantener los objetivos climáticos y medioambientales por imperativo científico, económico y de seguridad. «Debemos mantener el rumbo en nuestros objetivos climáticos y medioambientales. La ciencia es absolutamente clara. Y el argumento económico y de seguridad es igualmente contundente», dijo en el Debate del estado de la Unión.
La democristiana alemana añadió que esa transformación tiene un lugar «central» en la aspiración comunitaria por adquirir más autonomía porque reduce la «dependencia energética» y genera «industrias pioneras que pueden exportar soluciones» a África, India o Asia Central. «Son mercados que evolucionan rápidamente y aún está por decidir quién dominará esos mercados. Somos nosotros quienes podemos responder a esta creciente demanda de soluciones. Pero no está garantizado», dijo.
Von der Leyen se refirió a los objetivos de reducción de emisiones de CO2 en 2040, como paso intermedio para alcanzar la neutralidad climática en 2050. La Comisión propuso el pasado julio una reducción del 90 %, con flexibilidades, que aún deben aprobar los Estados miembros.
No depender de los combustibles fósiles rusos
En materia energética, uno de los puntos flacos de la competitividad europea por sus elevados costes, Von der Leyen aseguró que la UE está «en el camino hacia la independencia», pese a que las facturas «siguen siendo una fuente real de ansiedad para millones de europeos» y «los costes siguen siendo estructuralmente altos para la industria». Por ello, abogó por desprenderse de todos los «sucios combustibles fósiles rusos», ya que la UE adquiere aún en Moscú más de un 10 % del gas que consume, y apostar por las energías sostenibles y de bajas emisiones.
«Necesitamos generar más renovables propias, con la nuclear como base, pero también debemos modernizar e invertir urgentemente en nuestra infraestructura y en nuestros interconectores. Por eso propondremos un nuevo Paquete de Redes para reforzar nuestra infraestructura eléctrica y acelerar los permisos».
La conservadora alemana agregó que la Comisión presentará una iniciativa llamada Autopistas de la Energía con la que pretende desatascar «ocho cuellos de botella críticos en nuestra infraestructura energética (…) desde el estrecho de Øresund hasta el canal de Sicilia», sin mención expresa a la interconexión entre la península ibérica y Francia a través de los Pirineos que Madrid y Lisboa reclaman acelerar.
«Ahora trabajaremos para eliminarlos uno a uno. Reuniremos a gobiernos y empresas de servicios públicos para resolver todas las cuestiones pendientes, porque los europeos necesitan energía asequible ya«, concluyó.
Además, en un plano más estructural, la Comisión Europea ha planteado objetivos climáticos más ambiciosos, incluyendo una propuesta de reducción del 90 % de las emisiones para 2040 respecto a 1990. Esta meta intermedia tiene como objetivo reforzar la seguridad energética, impulsar la innovación y ofrecer previsibilidad a los inversores, todo ello avanzando hacia la neutralidad climática en 2050. EFE / ECOticias.com