Una humedad muy elevada y temperaturas superiores a 100 grados Fahrenheit (37 grados Celsius) se combinan para ofrecer un clima potencialmente nocivo para la mayor parte de los EEUU, especialmente en los Estados de centro y sur, alertan las autoridades.
El centro y sur de Estados Unidos viven esta semana «una de las peores olas de calor en las últimas décadas», advirtió el Servicio Meteorológico Nacional en momentos donde la agencia NOAA confirma que junio fue el 14 mes consecutivo de récord en altas temperaturas.
Una humedad muy elevada y temperaturas superiores a 100 grados Fahrenheit (37 grados Celsius) se combinan para ofrecer un clima potencialmente nocivo para la mayor parte de los EEUU, especialmente en los Estados de centro y sur, alertan las autoridades.
Como consecuencia, se alerta que unos 130 millones de personas estarán expuestos a un calor excesivo y una humedad atípica, lo cual podría complicar la salud de personas con padecimientos respiratorios, cardiovasculares o crónicos.
«Este tipo de calor puede causar un golpe de calor si no se toman precauciones, así que asegúrese de beber mucha agua y si es posible evite exponerse al sol 10 a.m.-3 p.m.», detalló a USA Today el meteorólogo de WeatherBug Andrew Rosenthal.
Según la doctora Jennifer Caudle de la Universidad de Rowan de Nueva Jersey, la mayoría de las personas pueden adaptarse a los cambios de temperatura en aproximadamente una semana, pero algunas personas necesitan el doble de tiempo para hacerlo.
“Cuando la temperatura cambia rápidamente, como puede ser con una ola de calor repentina, nuestro cuerpo intenta mantener una temperatura corporal normal ajustando el flujo sanguíneo y la sudoración, pero los cuerpos de los bebés y de las personas mayores no son capaces de hacer esos cambios tan fácilmente como los adultos sanos, lo que les deja con un riesgo más alto de sufrir enfermedades graves e incluso de morir», asegura.
De acuerdo con datos del los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., más de 650 personas fallecen al año en Estados Unidos por calor extremo. Esta cifra es mayor que las que mueren por causa de otros fenómenos naturales como olas de frío, tornados, huracanes o inundaciones. La mayoría de ellos son quienes no viven en casas con aire acondicionado.
Según la nueva alerta, las ciudades más afectadas podrían ser Chicago, Dallas, Des Moine, Kansas, St. Louis y Oklahoma City, pues la alta presión hace que el aire ‘se hunda’ e inhibe la formación de nubes y de lluvia.
El miércoles las temperaturas podrían sobrepasar los 90 grados y el jueves, podrían llegar hasta los 100 grados y se espera un poco de alivio en la noche con temperaturas de 70 y 80 grados.
Se prevé que el intenso calor se extienda hacia el noreste el fin de semana, de modo que ciudades como Chicago, Detroit, Milwaukee y Toledo también podrían experimentar altas temperaturas a partir del viernes. Sólo el Noroeste no sentirá los efectos de la ola de calor.
“El 2016 está a 1.3ºC por encima de las temperaturas medidas a finales del siglo XIX y 15ºC por encima de la revolución industrial», expresó esta tarde Gavin Schmidt, director of Goddard Institute for Space Studies (GISS), New York, New York en una conferencia de prensa organizada por la agencia espacial NASA.
“El año 2016 ha sido cálido, húmedo e imprevisible para los estados contiguos”, explicó el especialista de NOAA Jake Crouch. El climatólogo detalló que el primer semestre fue el tercero más cálido de la historia conocida. Y explicó que «la variación natural y el calentamiento global a largo plazo» se suman para que junio haya roto el récord de calor desde que se tiene registro en 1985.