“Sin dudas la paz en Colombia cambiará la vida de sus habitantes, pero también beneficiará al Medio Ambiente y a la enorme biodiversidad de fauna y flora con la que cuenta el país y que la guerra también perjudicó.”
Hay muchos ejemplos de cómo el conflicto ha impactado en la naturaleza: la siembra de minas terrestres (Colombia el segundo país con mayor número de víctimas después de Afganistán), los incidentes violentos dentro de las áreas protegidas, la deforestación causada por la expansión de los cultivos ilícitos, el crecimiento de la minería ilegal (el 86 por ciento de la producción de oro en el país proviene de fuentes ilegales), la degradación de los suelos (relacionada con la deforestación en los municipios afectados), entre otros.
Los beneficios de la paz
Una de las intenciones del gobierno es incluir a los ex combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que son grandes conocedores de las zonas afectadas, en proyectos de conservación de bosques, lo que ayudará a proteger algunos de los ecosistemas más importantes del país.
Las áreas geográficas más gravemente afectadas por el conflicto, en muchos casos coincide con los territorios con mayor biodiversidad de Colombia. Para proteger estas zonas se pretende ayudar a sus pobladores a satisfacer sus necesidades más básicas, mediante la construcción de viviendas y saneamiento y un fuerte apoyo a la educación y a la recuperación de su capacidad económica.
Se destinará un mayor porcentaje del presupuesto nacional a la protección ambiental local, lo que implicará la protección real de zonas que en la actualidad no tienen ningún tipo de control y la concienciación de los pobladores de la necesidad de cuidar y respetar los Parques Nacionales y las zonas de alta biodiversidad.
Desde el gobierno se tiene idea de apoyar y fomentar el comercio de productos naturales y orgánicos que se producen en las antiguas zonas de conflicto. También se han interesado en el turismo ecológico, con el fin de explotar el enorme potencial que tiene Colombia, que fue calificada como una “súper potencia de la biodiversidad”.
Otra de las oportunidades que brindará la paz, gira en torno a cómo la implementación de estos acuerdos resultará fundamental para el logro de la Agenda 2030 (presentada por Colombia en la COP21 de París) para el desarrollo sostenible, es decir, aquella que garantiza el cumplimiento real de estos objetivos.
Paz para todos
No solo se merecen la paz los seres humanos, sino que tanto animales como selvas y bosques han sido víctimas directas de la barbarie de la guerra. El Medio Ambiente colombiano se merece un respiro y tras ello, comenzar a crecer, a desarrollarse y a recuperar su antiguo esplendor, para bien del país y del mundo.