“El agua que se acumula en las montañas de los Andes de Colombia, proporciona agua dulce al 75 por ciento de los 47 millones de habitantes del país y es también la fuente de vida de una enorme cantidad de especies de flora y fauna.”
Objetivos: protección y sostenibilidad
La increíble variedad de plantas y vida silvestre es la razón por la cual Colombia está clasificada por la mayoría de los investigadores, entre los primeros puestos del ranquin de las naciones más ricas en biodiversidad y es lo que algunos científicos describen como un logar «megadiverso».
Una ONG ambiental, Rare, estima que Colombia alberga aproximadamente el 10 por ciento de la biodiversidad del mundo. Sin embargo, la escasez de agua pone en peligro la calidad de vida de millones de colombianos, así como de la fauna y flora del país.
Con el fin de encontrar una solución viable, Rare se embarcó en varios programas que tienen por objeto aumentar la seguridad del agua del país. Y si estas iniciativas sin fines de lucro tienen éxito, Colombia conseguiría un desarrollo real y sostenible en varias áreas de protección ambiental y una economía agrícola e industrial sostenible y no contaminante.
El valle del Cauca
Los esfuerzos de Rare se centran en el Valle del Cauca, un departamento de la costa central del Pacífico de Colombia, que es el hogar de más de 4,5 millones de personas. Gran parte de su economía depende de de la agricultura, incluyendo caña de azúcar, café, algodón y soja y su capital Buenaventura, es una ciudad portuaria través de la cual sale el 60 por ciento de las exportaciones del país.
Pero el aumento de la producción de estos cultivos y el surgimiento de grandes industrias, como las de papel y de materiales de construcción, han aumentado la escasez de agua en toda la región. La meta de Rare es implementar prácticas de conservación del agua y que los ciudadanos, las empresas y los agricultores las incorporen a su vida cotidiana.
Parte de estos proyectos de conservación de agua y de saneamiento, serán solventados por el dinero que aportará la agencia ambiental del Valle de Cauca y algunas empresas locales. La ONG lo distribuirá entre los agricultores, para que puedan construir cercas o adoptar prácticas agrícolas más sostenibles, que aseguren que el agua que fluye aguas abajo, con el tiempo se limpie y sanee.
La idea es que los agricultores se beneficien económicamente al administrar mejor sus recursos y las empresas y los residentes pueden tener acceso a agua limpia. El gobierno local de Valle de Cauca también aborda otros proyectos, incluyendo asegurar los acuíferos de la región, para que sigan siendo fuentes confiables de agua limpia.