“El plan del nuevo presidente Donald Trump de construir un muro entre Estados Unidos y México será desafiado fronteras adentro del país, a través de demandas ambientales, según comentó el segundo funcionario más alto del Estado de California.”
Una lucha desde “adentro”
El californiano Gavin Newsom explicó que el muro es una afrenta al medioambiente y que usaría las leyes estatales que hicieran falta, para impedir que se construya la muralla fronteriza, al menos en el sur de California.
Newsom argumenta que no se puede decidir la construcción de una muralla sin tener en cuenta los costos ambientales que ello puede conllevar y que eso es justamente lo que el presidente Trump tiene en mente.
Advirtió que: «hay autonomías específicas y tierras indígenas relacionadas con esos territorios. Tenemos herramientas legales para obstruir este plan, ya que será necesario obtener la aprobación de zonificación y permisos de construcción y no estamos dispuestos a ignorar la legislación, para que Trump haga lo que quiera”.
Newsom insinuó que, si no le es posible detener por completo la construcción de la muralla fronteriza en California, al menos trataría de atacarla con todas las trabas burocráticas que le sean posibles y aclaró que estas son muchas y muy variadas.
La posición de Trump
Según Trump, el muro ya está entre sus prioridades y para comenzar a construirlo solo hace falta que México comience a proveer del dinero que se necesita para levantarlo, ya que, si ellos ocasionan el problema, son quienes deben pagar para solucionarlo.
«Podría esperar alrededor de un año y medio hasta que terminemos nuestras negociaciones con México, que comenzarán inmediatamente», dijo Trump. “Pero no quiero esperar, así que Mike Pence ya está trabajando para obtener las aprobaciones finales a través de varias agencias y del Congreso, para que el muro empiece a elevarse cuanto antes.»
Y aclaró que «México, de alguna forma y hay muchas formas diferentes, nos reembolsará el costo del muro”, para luego afirmar que: «Eso sucederá, os lo puedo asegurar”. En cuanto a los costos ambientales que esta construcción podría acarrear, el nuevo presidente les ha restado importancia.
Entre otras declaraciones al respecto dijo que él no pensaba dejar que los mexicanos sigan tomando por asalto a su país por preservar el lugar de reproducción de tres lagartijas y cuatro ranas. Y que el bienestar de los estadounidenses estaba muy por encima de la existencia de corredores biológicos o de rutas de migración de aves o mariposas.