Fue así como creamos una base de datos nueva que cubre los desastres en Estados Unidos desde 1920 hasta el 2010 a nivel de condado, combinando los datos de la Cruz Roja Estadounidense así como de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y sus predecesores.
Cada año ocurren fuertes terremotos, inundaciones y huracanes. Estos desastres naturales perturban la vida cotidiana y, en el peor de los casos, causan devastación. Eventos, tales como los huracanes Katrina y Sandy, mataron a miles de personas y generaron pérdidas de miles de millones de dólares.
También existe la preocupación que el cambio climático global aumente la frecuencia e intensidad de los desastres relacionados con el clima.
Un equipo científicos queríamos saber cómo los desastres influyen en la decisión de las personas a la hora de asentarse o salir de áreas específicas.
Fue así como creamos una base de datos nueva que cubre los desastres en Estados Unidos desde 1920 hasta el 2010 a nivel de condado, combinando los datos de la Cruz Roja Estadounidense así como de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y sus predecesores.
Nuestro trabajo muestra que las personas se alejan de las áreas golpeadas por los desastres naturales más grandes, pero los desastres naturales menores tienen poco efecto en la migración. Los datos también mostraron que estas tendencias pueden empeorar la desigualdad en los Estados Unidos ya que los ricos se alejan de las áreas propensas a desastres, mientras que los pobres quedan abandonados en la zona.
Riesgos variables
Estados Unidos es un país grande, con muchas regiones que difieren con respecto al riesgo de sufrir un desastre natural. Por ejemplo, las áreas costeras o zonas en terrenos que se pueden inundar por un río tienen más probabilidades de sufrir un desastre natural, mientras que en zonas a mayor altura el riesgo es menor.
Florida y áreas en el Golfo de México son golpeadas por huracanes; Nueva Inglaterra y el litoral Atlántico son azotados por tormentas invernales; el Medio Oeste es una región propensa a tornados; y los condados a lo largo del río Mississippi están sometidos a inundaciones recurrentes.
En comparación, hay pocos desastres en el Oeste, con la excepción de California, la cual es afectada principalmente por sequías e incendios. Sin embargo, el bajo número de desastres declarados en las Montañas del Oeste puede reflejar la limitada población en el área.
Las innovaciones tecnológicas han reducido nuestra exposición a los daños causados por los desastres. La infraestructura en Estados Unidos s ha mejorado para reducir los riesgos ocasionados por las inundaciones, vientos fuertes y terremotos.
Además, ahora tenemos acceso a información en tiempo real que nos permite estar alertas de amenazas emergentes. En Asia, por ejemplo, las alarmas de tsunamis se distribuyen por medio de mensajes de texto.
La precisión de los sistemas de alerta temprana nos dan la posibilidad de ayudarnos a adaptarnos, reduciendo el número de muertes por desastres.
Aunque, a partir del 2010, el 39% de la población de EEUU vivía en zonas costeras, lo que presenta riesgos mayores de huracanes, inundaciones y terremotos.
Súmele a este proceso el comodín del cambio climático. La climatología elemental sugiere que como las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global se incrementan, así también lo hará la cantidad y severidad de los desastres naturales.
Cómo los desastres dan forma a un área
Usamos nuestra base de datos nueva para explorar si las áreas golpeadas por desastres naturales perdieron más residentes por migración que las áreas que fueron comparativamente calmadas.
Encontramos que si un condado experimentó dos desastres naturales, la emigración fuera de ese condado se incrementaba en un punto porcentual, donde la reacción más fuerte se daba a raíz con los huracanes. Esto se traduce en pérdidas alrededor de los 600 residentes de un condado típico. El efecto de un desastre muy grande –responsable de 100 muertes o más– era del doble.
Los índices de pobreza también se incrementaron en un punto porcentual en áreas golpeadas por desastres súper severos. Eso sugiere que las personas que no son pobres emigran o que las personas pobres migraban hacia la zona. Esto podría también significar que la población actual pasó a la pobreza. Contrastamos décadas donde hubo actividad de desastres fuertes con décadas que en comparación fueron calmadas, por lo que es poco probable que estemos viendo simplemente áreas con mayores índices de pobreza.
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