Como parte del Programa de saneamiento de llantas de desecho, en el Estado de Sonora, México, se reutilizaron más de seis mil toneladas de neumáticos para la elaboración de cemento.
Dicho programa, pionero en el país, busca resolver la contaminación que estos desechos generan.
El mismo se presenta como un ejemplo en la planificación del destino final de los desechos que todos los estados deberían tener en cuenta.
Su funcionamiento está basado en la movilización de los neumáticos obsoletos que, en lugar de ser llevados a rellenos sanitarios, son destinados a hornos para la producción de cemento que operan en Hermosillo. Una vez allí, los desechos son procesados y reutilizados como combustible alternativo.
De esta manera, no sólo se evita el avance de la contaminación que los neumáticos generan, sino que también se dispone del espacio que estos desechos utilizarían en los rellenos sanitarios e impide que diversos animales e insectos se reproduzcan en ellos.
Sumado a ello, el uso de los neumáticos como combustible reemplaza a la utilización de combustible fósil, lo cual ayuda a reducir las emisiones tóxicas y el costo total que implica la obtención de cemento.
Otro punto a favor del nuevo destino de los neumáticos es la baja en las quemas clandestinas de los mismos, las cuales pueden resultar sumamente nocivas para la salud.
La razón por la que se elige emplear estos desechos en la producción de cemento fue expuesta por el jefe de control y seguimiento de la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora (CEDES), Gilberto Limón Corbalá: las llantas, al ser consumidas “arrojan subproductos que se incorporan al cemento como el hierro y otros minerales”.
Debemos tomar nota de medidas como esta y pensar la manera de impulsar implementaciones de este tipo en las ciudades en las que habitamos.
PNUMA – http://www.tuverde.com/
