El Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incoopesca) incrementó los controles sobre la captura de tiburones, para proteger a la especie.
De acuerdo con el referido organismo, el crecimiento explosivo de la práctica denominada aleteo (finning) desde la década del 80 del siglo pasado, realizada por barcos principalmente asiáticos, ha puesto en peligro a los escualos. El aleteo consiste en pescar al animal, cortarle las aletas, y volver a lanzarlo vivo al mar, donde morirá lentamente por asfixia al ser incapaz de nadar.
En ese proceso se desperdicia el 95 por ciento de la masa del pez.
Las aletas, en cambio, se venden en mercados de Taiwán, China y Japón, donde se usan para preparar una sopa de supuestas y falsas propiedades afrodisíacas, que llega a venderse a 90 dólares por plato.
Las nuevas normas del Incoopesca, controladas por 17 inspectores, exigen que el tiburón pescado esté completo (excepto por la cabeza y las vísceras, que se eliminan por razones de higiene).
En todos los procesos de descarga del producto de la pesca en el puerto, deben estar presentes inspectores de ese organismo, así como de la aduana y de migraciones.
Estas disposiciones anunciadas hoy por la prensa local valen para todos los barcos nacionales o extranjeros que porten productos del mar.
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