Desde ese sitio se pueden divisar los cuatro puntos cardinales de la ciudad y desde el año 2005 se estableció ahí la base de los Bomberos Forestales para darle mantenimiento.
El cerro Juana Laínez, desde hace muchos años, es considerado el pulmoncito de la capital, pero esa reserva forestal está a punto de desaparecer debido a las invasiones de que viene siendo objeto.
Desde ese sitio se pueden divisar los cuatro puntos cardinales de la ciudad y desde el año 2005 se estableció ahí la base de los Bomberos Forestales para darle mantenimiento.
Ese sitio sigue siendo muy visitado durante todo el año por los capitalinos, pero principalmente por los estudiantes que entre los meses de julio y septiembre utilizan la vía de acceso al Monumento a la Paz para la práctica de las bandas marciales, previo a los desfiles patrios.
Igualmente se utiliza el cerro Juana Laínez para las detonaciones de los cañones e izado de la bandera durante las festividades de septiembre y octubre, en la capital.
Sin embargo, el pulmoncito de la capital está amenazado por las invasiones de pobladores, que vienen ocurriendo desde hace 48 años, sin que ninguna autoridad haga algo para frenarlas.
Investigaciones de LA TRIBUNA establecen que unas 100 familias han invadido el sector este del cerro Juana Laínez, las cuales han sido desalojadas en varias ocasiones, pero insisten en vivir en ese sitio.
Las faldas del histórico pulmón de Tegucigalpa se han poblado de varias casuchas de madera, convirtiéndose en una amenaza para el bosque que permanece en el pequeño cerro y que es una de los atractivos de la capital.
Las casas de madera cuentan con luz y agua, que según los pobladores ha sido colaboración del alcalde de la capital, Ricardo Álvarez, quien les ha prometido ubicarlos en otro sector de la ciudad.
PROMESAS
Uno de los pobladores de la llamada colonia Faldas del Cerro Juana Laínez es Santos Isidro Cerrato, quien aseguró que “el alcalde nos ha ayudado con el agua potable, energía eléctrica, techos dignos y nos prometió darnos alumbrado público”.
También “nos vinieron a registrar del Instituto de la Propiedad (IP), pero solo tenemos promesas, aunque sabemos que no toda la vida vamos a vivir aquí, pero el alcalde y otras organizaciones nos han prometido que al sacarnos nos van a reubicar en una casita digna”.
“Nosotros no peleamos las casas ni la tierra, pero si nos vienen a decir que nos vayamos pues mi modo, porque sabemos que no es de nosotros, aunque unos aceptaremos así y otros no”, expresó.
“Hace un tiempo íbamos a poner aguas negras, pero nos desilusionamos porque nos dijeron que nos iban a sacar y ya habíamos gastado en tubería, pagado mozos y cemento”, lamentó.
Otro poblador es Mazariegos Antonio Torres, con nueve años de residir en la zona, dijo que “a nosotros no nos gusta vivir en una invasión, sino que nos gustaría tener una casita propia, pero estamos esperando porque nos han prometido colocarnos en otra zona”.
“En una reunión con el alcalde nos menciono que habrá ordenamiento, pero un diputado nos dijo que el desalojo va pero por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), porque en el primer desalojo los encargados de construir las viviendas se comieron el dinero”, manifestó.
Al consultarles cuánto habían pagado por el predio, Torres aseguró que “no nos cobraron nada para construir las casas y el presidente del patronato solo nos dijo que no nos pasáramos de la marca que pusieron las personas del Instituto de la Propiedad”.
Mientras tanto, el fiscal del patronato de la mencionada colonia, Óscar Alvarado, confirmó que “nos dijeron que el desalojo va, pero las casas no las han empezado a hacer porque las van a hacer ellos (BID), porque el dinero está y se entregó una parte desde que estaba ‘Mel’ Zelaya, porque no quieren a nadie en los alrededores del cerro”.
“Nuestro patronato está totalmente reconocido por Catastro y por la Alcaldía. Una persona me informó que la gente que está en el alrededor del cerro la van a indemnizar”, indicó.
REFORESTACIÓN
Por su parte, el comandante del Cuerpo de Bomberos Forestales, Alex Lazo, dijo que desde el 2005 tienen un proyecto en el cerro Juana Laínez, donde trabajan 65 elementos destacados en tres compañías, para realizar los trabajos de reforestación del área territorial del cerro de 31.1 manzanas.
“En estos momentos tenemos el 96.5 por ciento del área reforestada, pero hay que aclarar que este trabajo lo hemos realizado con el apoyo de diferentes institutos privados, en cumplimiento del Trabajo Educativo Social y Ambiental (Tesam), para regenerar suelo o sembrar árboles.
En dicha área han trabajado aproximadamente 1,500 bomberos conjuntamente con 2,500 estudiantes, desde el 2005 hasta la fecha, y continúan trabajando en el proceso de reforestación.
“Tenemos reforestado en tres etapas, plantas ornamentales, frutales y maderables, y así se puede ver el paisajismo de los extremos de la ciudad, con relación a la vistosidad que tiene el cerro Juana Laínez.
ÁREA PROTEGIDA
Para la regidora de la Municipalidad del Distrito Central, Lorenza Durón, “la gente que está en la invasión no se quiere salir de la zona y ese es el problema más grave que tenemos en este momento”.
“El Estado de Honduras debería de indemnizar las áreas que están expropiadas para hacer el área verde, porque en 1933 el gobierno decretó que esa área debía ser protegida, por lo que nadie puede disponer qué hacer con ese predio”, explicó.
En el artículo 106 de la Constitución de la República dice que “nadie puede ser privado de su propiedad sino por causa de necesidad o interés público, calificados por la ley o por resolución fundada en ley, y sin que medie previa indemnización justipreciada”.
“Toda la población de Tegucigalpa está de acuerdo que es una zona emblemática destinada para el uso de los ciudadanos, para el esparcimiento sano, es por eso que la Fundación Ecológica de Tegucigalpa (FET) tiene contemplado hacer un parque para la juventud”, informó.
La colaboración que pide la FET a la Alcaldía es que haya ordenanzas para que se prohíba la construcción, la invasión y la usurpación de esos predios. Además que se hagan rogativas a la ENEE y al SANAA, para que no brinden permisos, porque son zonas que no deben ser habitadas.
“Hay muchas personas que habitan el Cerro Juana Laínez desde hace muchos años, que tienen el temor que sean desalojadas de forma violenta, pero no es la intención, sino de hacer un trabajo importante de socialización para darles a entender que por causa y necesidad pública el cerro no es habitable, sino el espacio más emblemático de la ciudad para uso y goce de los ciudadanos”.
“No podemos evitar el interés público de toda una ciudadanía por unos cuantos pocos que están usurpando o adquiriendo títulos de una forma fraudulenta, de una área que está destinada desde 1933 para el uso de los capitalinos”, indicó.
PARQUE ECOLÓGICO
La monumental obra estará bajo la responsabilidad del director ejecutivo de la Fundación Ecológica de Tegucigalpa, Edler Castellanos, responsable del proyecto del parque Cerro Juana Laínez; “actualmente convocamos a un concurso internacional de ideas de lo que será el parque”.
“El plazo de inscripción terminó el 15 de junio y la idea ganadora se conocerá el próximo 31 de agosto. En este concurso participan 32 equipos de profesionales de la arquitectura, de los cuales 14 son extranjeros (8 de España, 2 de México, 2 de Costa Rica, 1 de Ecuador y 1 de Puerto Rico) y 18 equipos hondureños”.
El proyecto del parque Cerro Juana Laínez, será ecológico, donde se continuará con todo el proceso de reforestación, pero se aprovechará todo el espacio verde para que pueda ser disfrutado por la población con espacio para miradores, descanso, un bosque de biodiversidad y centro de visitantes.
“Queremos que sea un parque altamente tecnológico, amigable con el ambiente, donde la iluminación pueda ser con tecnología alternativa con paneles solares”, comentó.
Castellanos explicó que la idea ganadora será elegida por un jurado internacional, que podrá seleccionar cuál es la mejor del proyecto, y una vez que se determine el ganador se contratará el equipo, el cual desarrollará la redacción del documento final y los planos constructivos de la primera etapa del parque, que se desarrollará en lo que resta del año 2012.
“Actualmente se están desplegando otros estudios, como las características de especies ambientales e inventario de especies vivas de toda la vegetación existente, para poder determinar cuál será el mejor diseño paisajístico.
Se estima que el costo de construcción de la primera etapa asciende a 25 millones de lempiras, cuyos fondos fueron adquiridos de parte de la FET, a través de gestiones hechas con los gobiernos de Taiwán y Honduras, respectivamente.
La FET es una organización sin fines de lucro, a la que le fue concedida la administración del cerro Juana Laínez de parte del Estado, por 90 años. Sus autoridades confían en que una vez comenzadas las obras dentro del parque se contará con mayor participación de otros entes. (RMP)
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