Además de pertenecer al sector eólico, Barlovento era una de las firmas que prestaba habitualmente trabajos y servicios a los astilleros públicos de Navantia. El abogado Alberto Pérez Sanmartín ha sido nombrado como administrador concursal, aunque aún está pendiente de aceptación del cargo. Según un portal financiero de Internet, la compañía registró entre el 2003 y el 2005 ventas que superaron los 2 millones de euros anuales.