El sector de la construcción cada vez tiene más presencia en el campo de las energías limpias.Explotó la burbuja inmobiliaria. Las viviendas se quedaron a medio construir y en los suelos donde se iban a levantar torres de inmuebles hoy sólo quedan parajes desiertos. Los promotores se preguntaban una y otra vez qué hacer con estos terrenos, hasta que por fin hallaron la respuesta en un sector con más posibilidades cada día: el de las energías renovables. “A raíz de la crisis han sido muchas las inmobiliarias que han empezado a construir huertos solares o campos eólicos como alternativa de negocio”.La entrada del mundo inmobiliario no se ha producido a pequeños pasos, sino más bien por la puerta grande. “Los promotores han accedido al sector con instalaciones de gran tamaño para obtener rentabilidades más altas”. Uno de los mayores atractivos que han encontrado las compañías han sido las primas que da el Gobierno para este tipo de proyectos, que a pesar de que se redujeron ligeramente el año pasado, “siguen siendo muy interesantes”, precisa la responsable de Denki. Desde septiembre de 2008 el Gobierno otorga las ayudas dependiendo del tipo de proyecto. Así, en instalaciones en naves industriales de hasta 20 kilowatios, concede 34 céntimos de euros por kilowatio/hora producido y si la instalación es de hasta dos megawatios son 32 céntimos.