“Durante la reunión del CE, que se celebrará hoy en Bruselas, una coalición integrada por varias de las mayores compañías del mundo, instará a los ministros de energía de los países miembros de la UE, a que respalden el objetivo de que, para 2030, el 35% de la energía, provenga de fuentes renovables.”
Un objetivo tibio
La plataforma RE-Source quiere conseguir más apoyos para las energías renovables en Europa y está integrada, entre otras grandes corporaciones, por Microsoft, Amazon Ikea, Dupont, Unilever y Philips. Sus signatarios quieren que, en 2030, al menos un 35% de la energía sea “limpia”. Cuentan con el apoyo de RE100 y del WBCSD (Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible).
La declaración de intenciones de la coalición se produjo el miércoles pasado y tiene como objetivo, que en la reunión clave del Consejo Europeo del día de hoy, se eleve la cota propuesta hasta ahora, del 27% de dependencia de las energías renovables para el 2030, al menos hasta el 35%.
El argumento que esgrimen es que, el 27% que está en discusión, resulta como poco una meta “tímida”, que no tendrá la fuerza y el empuje suficientes, como para estimular las inversiones en este tipo de fuentes energéticas. El 35% ya fue planteado en el Parlamento Europeo (de hecho, se llegó a hablar hasta del 45% y más).
Si a las PPA
Lo que fundamentalmente están pidiendo a los ministros de energía es que, se eliminen todas aquellas barreras regulatorias que limitan los PPA (acuerdos corporativos para la compra de renovables), puesto que, para ellos dichos acuerdos estarían entre los actores principales de la tan necesaria transición energética del continente.
Los integrantes de RE-Source y quienes les secundan, sostienen que las PPA permitirían a los grandes consumidores de energía, como son las industrias pesadas, las químicas, las de informática, etc. asegurarse de tener energías limpias para funcionar y a precios competitivos, garantizando al mismo tiempo, la seguridad financiera de sus proveedores.
Además, quieren que se asegure, que cada empresa tendrá la oportunidad de realizar un rastreo del origen real de la energía que consume, para lo que piden que se implante un Sistema de Garantía de Origen, efectivo y transparente.
WindEurope, miembro fundador de RE-Source, sostiene que, las PPA pueden traer múltiples beneficios, porque facilitarían y promoverían las inversiones en energías renovables e infraestructuras, al tiempo que sus proyectos constituirían un flujo estable de ingresos.
La crítica dice…
En general todas las críticas parten de la base de que, los acuerdos de compra de energía podrían funcionar, pero que lo importante es que, las infraestructuras y el tipo de generación energética predomínate de cada país, son los factores que, en definitiva, pautarán el tipo de energía que se comercialice.
Si una nación, como es el caso de España, de Polonia y de muchos países de Europa Oriental, sigue subvencionando a los combustibles fósiles, será prácticamente imposible asegurarse de que el flujo de energía que se reciba, provenga de fuentes renovables.
Mucho tendrá que cambiar la política interna de los países que están más rezagados, en cuanto a implementación de energías limpias, para que, mas allá de pactos y de buenas intenciones, sea posible desterrar los combustibles fósiles de la generación eléctrica y sustituirlos paulatina y definitivamente, por fuentes renovables.