Mientras que el ministerio intenta racionalizar el crecimiento, las autonomías socialistas reman en contra y alimentan la burbuja. Algún día se conocerá la intrahistoria completa de la surrealista situación vivida en las dos últimas semanas con respecto a la normativa de energías renovables, cuando PSOE y CiU rechazaron en el Congreso una enmienda introducida por ellos mismos una semana antes en el Senado. De momento, empiezan a conocerse algunos datos que dan pie a todo tipo de interpretaciones. Entre ellas, las del enfrentamiento político dentro de las filas socialistas. Mientras unos alimentan el crecimiento exponencial de las renovables, otros tratan de poner freno y racionalizar el desarrollo. Para entenderlo, hay que relatar la secuencia de los hechos y, luego, ponerle números. La kafkiana situación de las dos últimas semanas tiene sus orígenes en mayo, cuando el Ministerio de Industria publica una normativa que crea lo que se conoce como pre-registro. Con este mecanismo trata de acotar el crecimiento de las energías renovables y empezar a reducir el impacto de sus subvenciones. Bajo el argumento de que Industria había invadido las competencias autonómicas, CiU introdujo hace dos semanas una enmienda en el Senado para anular ese prerregistro. La primera gran sorpresa es que logró el apoyo del PSOE. Y la segunda, que además de anularse el prerregistro, la enmienda retocaba la normativa vigente sobre primas para hacerla aún más restrictiva de lo que pretendía ser el prerregistro. Tras la confusión generada y las enormes críticas provenientes desde algunas asociaciones de renovables, CiU y PSOE dieron marcha atrás a la enmienda cuando la tenían que convalidar en el Congreso la semana pasada…
El PSOE ahoga a la Industria con las renovables
ARTÍCULOS RELACIONADOS