La Oficina de Cambio Climático también dedica 32 millones de euros procedente de los ingresos de la subasta de derechos de emisión y que se destina a la lucha contra el cambio climático y a la transición justa.
La transición energética hacia un futuro 100% Renovable, lleva consigo muchos cambios que presentan grandes oportunidades pero esta transición tiene que ser justa y acompañar a aquellos sectores y comunidades que irremediablemente se quedan atrás. El acuerdo para una transición justa de la minería del carbón alcanzado por el Gobierno con los sindicatos a finales de 2018 es un primer paso en la buena dirección. Aunque este acuerdo es el cierre de una transición que está ya casi terminada, que lleva años y que ha sido solidaria y generosa por parte de todas las personas contribuyentes en el Estado.
Los PGE presentados para 2019 dedican más fondos que en 2018 a la transición justa . El Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras cuenta con unos recursos de 241 millones de euros -incluidos dentro del programa de Explotación Minera- que se destinan principalmente a ayudas laborales (bajas indemnizadas de carácter voluntario y prejubilaciones).
Además, los presupuestos destinan 43,4 millones (12,2 millones más que en 2018) de ayudas para el desarrollo alternativo de las comarcas mineras y 98 millones (48 millones más que en 2018) en el programa de infraestructuras en las comarcas mineras, destinados a la reactivación económica de estas comarcas.
La Oficina de Cambio Climático también dedica 32 millones de euros procedente de los ingresos de la subasta de derechos de emisión y que se destina a la lucha contra el cambio climático y a la transición justa. Para abordar la transición energética al completo y que esta sea justa y ordenada se necesita un plan detallado que incluya las fechas de cierre de todas las energías sucias y peligrosas y su sustitución por un modelo 100% renovable, inteligente, eficiente y en manos de las personas.
El plan de transición justa debe contar con políticas y fuentes de financiación que faciliten y aceleren la transición hacia nuevas actividades productivas sostenibles con enfoque de género, para potenciar que las mujeres tengan un papel en la transición energética que no han tenido hasta ahora.
Por ello necesitamos ya una Ley de Cambio climático y transición enerǵetica que concrete esta transición.
Para más información: Green peace