El continuo aumento de los precios de energía, los bajos niveles de renta, y la baja calidad de la edificación hacen que cada vez más familias tengan dificultades a la hora de pagar las facturas de gas y electricidad. Este problema, conocido como pobreza energética, debe ser tratado, no sólo desde una vertiente técnica permitiendo una mejora en la calidad de la edificación sino también des de la vertiente social.
Por eso, los agentes sociales tienen un papel clave ya que son los que identifican y buscan soluciones a situaciones de dificultad y necesidades planteadas. Es en este contexto en el que trabaja Energy Ambassadors, un proyecto europeo en el que participan nueve Estados Miembros (Francia, Grecia, Italia, Gran Bretaña, Dinamarca, Suecia, Rumanía y España) y que tiene por objetivo formar a los técnicos de servicios sociales en energía para que puedan asesorar a las familias. Es importante facilitar y dar las herramientas a los agentes sociales que les permitan informar energéticamente a las personas de una forma sencilla y continuada.
El pasado 26 y 28 de enero de 2010, Ecoserveis y el Ayuntamiento de Barcelona organizaron un curso de energía para los técnicos de servicios sociales de la ciudad. El principal objetivo era familiarizar a los agentes sociales en el ámbito de la energía para que puedan incorporar los conocimientos de una forma natural en su trabajo diario. Durante 8 horas se contextualizó la energía, se dieron las pautas para entender las facturas de gas y electricidad y se resumieron las ayudas económicas y los recursos disponibles para poder solucionar casos de pobreza energética, tanto a nivel correctivo como preventivo. Ahora, las 17 técnicas asistentes al curso, pasan a formar parte de una Comisión de Energía que irá trabajando en los próximos meses para completar el proceso de formación.
La experiencia ha sido muy buena y los asistentes de centros de servicios sociales de la ciudad de Barcelona han valorado muy positivamente el curso. Ahora, todo el equipo de Ecoserveis seguirá trabajando para dar apoyo a los técnicos en aquellos casos en que la situación energética de las familias sea un punto débil que afecte a su calidad de vida, a su economía o a su confort térmico.