Cataluña necesita energía y ha anunciado un nuevo proyecto que tiene al mundo en vilo. Está dispuesta a exprimir lo que sea para lograr lo que busca. Algunas comunidades autónomas de España están avanzando rápidamente hacia el ideal energético que busca el mundo, con una clara apuesta por el uso de energías renovables, mientras que otras aún siguen dependiendo de fuentes fósiles.
Así es el escenario actual de las dos Españas energéticas. En la primera, destacan País Vasco, Cataluña, Islas Baleares y las Islas Canarias, zonas del país ibérico donde se produce la gran parte de energía a partir de fuentes contaminantes.
Según reporta El Independiente, un mínimo del 80% de energía registrada en estas cuatro comunidades no llega de fuentes renovables. La Red Eléctrica informó que Castilla y León es la comunidad que sigue liderando el uso de energías limpias.
Solo en 2024, el 93% de la energía originada tenía su origen en fuentes renovables. Datos de la Red Eléctrica ponen de manifiesto que España cerró el ejercicio anterior con un saldo exportador en energía. De esta manera, completó 41 meses consecutivos en los que se exportó más energía producida a nivel nacional de la que se importó.
Cataluña necesita energía renovable y está dispuesta a hacer lo que sea por conseguirla
Bajo este marco, Cataluña fomenta una nueva planta de biogás en Monells para valorizar residuos ganaderos y producir energía. El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) sigue progresando en su compromiso sostenible y la bioenergía con este nuevo proyecto.
Después de la reciente licitación para la planta de biogás en Mas Bové, el IRTA comienza una nueva etapa con una instalación nueva en su Estación de Vacuno (EVAM) en el centro IRTA-Monells. La licitación abarca la redacción del proyecto técnico y la tramitación administrativa, que se encuentran disponibles en la Plataforma de Contratación Pública.
Dicho proceder está enmarcado dentro del proyecto BIOENERGÍA, cuyo objetivo es mostrarle al mundo el potencial del biogás como fuente renovable para el autoconsumo. Para hacerlo, aprovechará las residuos sólidos ganaderos como materia prima para crear energía.
De esta manera, bajará el impacto ambiental vinculado al sector agrario. Una iniciativa ambiciosa que llega después del intento fallido de Cataluña de transformar el agua en energía, ya que ahora no tiene ninguna de las dos.
Residuos ganaderos como materia prima, el ambicioso proyecto en el que trabaja Cataluña
Pese a que ambos espacios, Monells y Mas Bové, comparten la meta de generar biogás a través de digestión anaerobia, compostaje y tratamiento del digestato para conseguir agua reutilizable para riego, muestran perspectivas tecnológicas diferenciadas capaces de adaptarse a los diferentes tipos de explotaciones ganaderas de Cataluña.
La planta de Mas Bové pone su foco en la gestión de purines de cero y gallinaza, residuos con una alta carga nutritiva que necesitan soluciones de una elevada capacidad y rendimiento energético. Estas se crean con la mira puesta en grandes explotaciones industriales.
Este enfoque implica una inversión inicial superior y un coste operativo alto, al ser diseñado para gestionar grandes volúmenes de residuos y maximizar la producción de energía. Con un modelo más asequible y próximo, la planta de Monells se centra en el tratamiento de estiércol de vaca.
Además, utilizará tecnologías accesibles ideadas para granjas pequeñas y medianas. Una doble estrategia con la que IRTA pretende exhibir la viabilidad de diversas soluciones tecnológicas adaptadas a la diversidad que presenta el sector ganadero.
Próximos pasos de la estrategia de Cataluña
El último paso de IRTA, que se agrega a la licitación, fue una visita técnica el pasado 8 de abril, encuadrada en la ERIAFF Anual Conference, diseñada para profesionales dedicados a la ganadería y la economía circular.
Otro dato relevante sobre el proyecto es que dispone de la financiación del Fondo Climático de la Generalitat de Catalunya. Cataluña está hambrienta de energía y este es un nuevo paso hacia un modelo agroalimentario más pasivo con el entorno. Al mismo tiempo, las renovables piden paso en Cataluña.
