El primer electroestado del mundo ya se está gestando. Y, aunque el solo concepto ya resulta llamativo, su ubicación es aún más destacada. Está en un lugar del planeta que fue considerado el mayor contaminador. Los últimos dos siglos de la historia de la humanidad estuvieron marcados por los combustibles fósiles. Su extracción, comercio y conflicto alrededor del petróleo y gas crearon el cuadro geopolítico y tecnológico actual. Sin embargo, según registra Xataka, “los petroestados están llegando a su fin” para dejar espacio al primer electroestado del mundo.
China se corona como el primer electroestado del mundo
Mientras acelera su “invasión masiva” en el mundo, China se está convirtiendo en el primer electroestado. Durante años, el país asiático fue uno de los territorios con más nubes grises y mascarillas. Sin embargo, esa China contaminante está quedando atrás.
Un video de YouTube de Xataka describe el proceso de transformación que atraviesa el territorio oriental. En esta filmación, se expone que “el gran contaminador está reduciendo sus emisiones y está protagonizando la mayor transición energética de la historia”.
La transición energética es uno de los puntos principales de los planes del país. Una medida política que pronto comenzó a tener repercusión sobre la estrategia industrial. Cada movimiento realizado por parte del gigante asiático responde al deseo de limpiar el aire, pero también de afianzar la independencia energética nacional.
Un ejemplo más que simbólico se encuentra en la provincia de Qinghai. En esta localización, existe un parque solar de 610 kilómetros cuadrados y 7 millones de paneles fotovoltaicos. Tiene una capacidad tan amplia que puede otorgar electricidad a 5 millones de hogares.
“Es tal la transformación que incluso se habla de ovejas fotovoltaicos”, aprecian en la filmación mencionada. Pero los argumentos para considerar a China un electroestado continúa. En la primera mitad de este año, el país agregó 212 GW solares y 51 eólicos.
Asimismo, genera el 80% de los paneles del planeta, el 60% de las turbinas eólicas y el 70% de las baterías de coches eléctricos.
China, el electroestado que muchos países podrían (o deberían) copiar
Un informe de Ember evidenció que el país de Asia ya origina más de una cuarta parte de su electricidad con las energías solar y eólica. La industria renovable de China crece exponencialmente. Sobrepasa hasta el avance de la demanda de energía. El resultado es un cambio rotundo y una reputación internacional.
Un país que antes era famoso por su devastadora contaminación atmosférica hoy está logrando recortar sus emisiones de dióxido de carbono. El título de “electroestado” no es una casualidad, sino la consecuencia de una década de minuciosa planificación estratégica.
En el marco de “Made in China 2025”, el Gobierno de China trazó hace diez años un plan para transformar al país en líder manufacturero de alta tecnología. Antes, este lugar de Asia era dependiente de la importación de petróleo y gas, un aspecto que lo hacía vulnerable.
La hoja de ruta dispuesta hace una década pasaba por la electrificación, lograda a través de un despliegue masivo de energía eólica, solar, baterías y coches eléctricos.
El lugar energéticamente privilegiado de China la convertiría en un “electroestado”
Que China se haya convertido en el primer electroestado del mundo es solo el principio de un nuevo paradigma. La humanidad está ingresando en una etapa donde el poder geopolítico ya no se mide en barriles de petróleo.
Ahora el foco está punto en los gigavatios de capacidad renovable, control sobre minerales críticos y dominio de las cadenas de suministro de baterías y paneles solares. El primer electroestado del planeta es China. Un país que ha sentado un importante precedente pasando de ser el mayor contaminador del mundo a líder de la transición. En paralelo, China ha comunicado que va por algo más grande.