España no se queda afuera de las polémicas ni mucho menos de las teorías cuando ocurre un evento inesperado, como el que sucedió en abril de este año, sin embargo ahora ese misterio está dando un giro inesperado que podría cambiar enormemente la visión que tenemos sobre la energía en España.
La demanda energética en España
No podemos negar que mientras más pasa el tiempo, nos volvemos más dependientes de las tecnologías, lo que a su vez se traduce en un mayor gasto de electricidad y dependencia de las redes eléctricas, lo que de paso genera un gran gasto para nuestros bolsillos y contaminación en nuestro planeta.
Y esa dependencia de las redes eléctricas quedó en evidencia el pasado 28 de abril, cuando la península ibérica se sumió en un apagón masivo que duró casi diez horas, causando mucha incertidumbre y paralizando a toda España.
El epicentro de este suceso fue Huéneja, un pequeño pueblo de mil habitantes, donde, a pesar de que nadie lo esperaba, se originó un gran misterio, pues su subestación eléctrica fue la primera en quedarse sin luz.
Un apagón con efecto dominó
En la estación eléctrica de Huéneja se unen plantas eólicas y solares, que en total suman 668 MW de capacidad instalada, pero ese día toda esta generación conectada se interrumpió de golpe, generando una gran incertidumbre y decepción porque ni siquera funcionaron los paneles solares.
Pero aunque Huéneja fue el primer punto en caer, los expertos creen que no fue la causa del apagón, sino la primera pieza de dominó, pero esto sigue siendo muy extraño ya que el sistema está diseñado para resistir el fallo de una subestación sin venirse abajo.
Pero luego de la caída de luz en Huéneja a las 12:32:57, se produjeron otras pérdidas de generación casi inmediatas en Badajoz y Sevilla en apenas veinte segundos, sumando un total de 2.2 gigavatios desconectados.
Luego, a las 12:33:20, cuando la península ibérica perdió la conexión con Francia y todo empeoró, sin embargo según Beatriz Corredor, la presidenta de Redeia, la matriz de Red Eléctrica «no hubo fallo en la red de transporte y la operación del sistema fue correcta».
En busca de explicaciones
Según Corredor, el fallo estuvo en «algunos generadores convencionales«, básicamente un fallo sistémico en la gestión de la tensión por parte de un número indeterminado de centrales de generación convencionales que, al parecer, no cumplieron con los parámetros de control.
Este giro en la investigación, que apunta a una falta de control de tensión por parte de ciertos generadores, nos hace ver que en vez de preocuparnos y poner atención al punto de origen hay que ver que el problema en realidad es mucho más amplio.
Por su parte, el gobierno enfatiza que el corte no está relacionado con un exceso de fuentes de energía renovables y reafirma su compromiso de poner fin a los rumores y teorías. Además la Red Eléctrica también desmintió que se tratara de un ataque informático.
Mientras que la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, negó que existiera cualquier tipo de relación entre el apagón y un supuesto «experimento del Gobierno”, respondiendo así a las críticas de los detractores.
Pero probablemente, las teorías continuarán y aún no podremos saber con seguridad todo lo que ocurrió, pero lo que si podemos ver es que no basta con añadir más y más megavatios de energías renovables, pues la clave está en que cada componente sea controlado y cumpla su función, pues de lo contrario, todo puede apagarse en solo un par de segundos. Sin embargo, hay quienes están trabajando en soluciones que nos den luz incluso en caso de otro apagón masivo.