Lo que logramos hoy, puede tener grandes impactos en el futuro y eso es lo que pasó en España, pues una obra construida hace muchos años, terminó teniendo una increíble importancia y probablemente la siga teniendo por muchos años más. Acá te contamos de que se trata.
Una historia de los 80
Todo empezó en la década de 1980, cuando un grupo de ingenieros de Iberdrola tuvo una idea que parecía una verdadera locura, pero que cambiaría la historia energética de toda España y tendría impactos hasta nuestros días.
La meta era que España pudiera acumular una enorme cantidad de energía, así que durante seis años, más de 5000 trabajadores iniciaron un ambicioso proyecto y el resultado fue la fase inicial del complejo hidroeléctrico Cortes-La Muela, que incluía el embalse de Cortes y la planta subterránea La Muela I.
La Muela I es una estación de bombeo hidroeléctrico destinada al almacenamiento de energía, que dispone de una capacidad de 634 MW en turbinación y 549 MW en bombeo, utilizando tres turbinas para ambas funciones.
Pero ese no fue el final, luego en el 2015 completaron una ampliación conocida como La Muela II, que se convirtió en la central de bombeo más grande de Europa, con una inversión total que sobrepasó los 1200 millones de euros.
Un apagó histórico que cambió todo
El 28 de abril de este año ocurrió un apagón histórico que causó muchos problemas y decepciones, pero en medio del caos y la incertidumbre, la pieza clave para salvar la situación, fue precisamente el complejo hidroeléctrico valenciano Cortes.
La clave de esta obra es su capacidad reversible, pues en momentos de alta demanda eléctrica, libera agua desde el depósito superior hacia el embalse de Cortes de Pallás, a través de una tubería forzada que salva un desnivel de 500 metros, generando electricidad mediante sus siete turbinas.
Pero lo realmente innovador y vital para el apagón es que, cuando la demanda baja y la energía es más barata, el proceso se invierte, es decir, se bombea el agua de nuevo al embalse superior, almacenando así electricidad en forma de agua.
Esta energía almacenada y la capacidad de arranque autónomo permitió una rápida reactivación de la central en solo unos minutos tras el apagón, algo realmente impresionante. Borja González, director de Generación Mediterráneo de Iberdrola, declaró lo siguiente:
«Cuando vimos que estábamos frente a un cero energético nos pusimos en marcha como está indicado en los procedimientos de reposición del servicio. Es algo inmediato. Estamos preparados porque sabemos que somos una instalación crucial”.
Una obra que da grandes esperanzas a España
Esta impresionante obra, terminó salvando a España en medio de una situación de caos e incertidumbre, demostrando que si es posible recuperarse con energía limpia, incluso en emergencias como el apagón histórico.
Pero la obra no solo fue crucial para España tras el apagón, sino que sigue siendo un pilar fundamental en la generación de energía limpia y sostenible del país, representando el 6% de toda la energía hidráulica nacional.
Su capacidad de almacenar y liberar energía de forma flexible la convierte en el mejor ejemplo de cómo funciona un sistema eléctrico moderno, de hecho Iberdrola está trabajando en una segunda ampliación, La Muela III que superará los 2330 MW.
A su vez, esto nos hace reflexionar sobre la importancia de la energía hidráulica y como no debemos depender solo de las fuentes convencionales, ya que la electricidad tarde o temprano se puede ir, pero si tenemos reservas de energía podremos continuar con nuestras vidas.
Sin duda este momento quedará grabado en la historia de España, pues nadie imaginaría que una obra construida hace tantos años, terminaría por salvarnos del apagón histórico y demostrarnos que si es posible abastecernos solo con energías renovables, de hecho España tiene todo el potencial para hacerlo.