España vive un momento agridulce. Por un lado, sus embalses vuelven a estar llenos, algo que se traduce en una gran alegría para los agricultores y las zonas con alerta de sequía. Sin embargo, al mismo tiempo, el país ibérico se enfrenta a un gran problema de índole energética. Esta vez, el problema no son las inundaciones, sino algo muchísimo peor.
Según informa la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), los embalses de Andalucía, especialmente de la cuenca hidrográfica del Guadalquivir, recopilaron alrededor de 140 hectómetros cúbicos en la mañana del pasado 10 de marzo. Esto a causa de las precipitaciones generadas por la borrasca Jana, ocasionando el desembalse de otros 26 hectómetros cúbicos, con la finalidad de evitar desbordamientos.
De esta manera, dos embalses de Sevilla habrían llegado al 100% de su capacidad. Específicamente, hablamos de los embalses de Melonares y El Gergal. Este último tuvo que proceder a la apertura de sus compuertas para desembalsar parte del agua almacenada por sobrepasar los niveles máximos de llenado. Los pantanos de Guadalmellato y Retortillo (Córdoba) y los de Puebla de Cazalla, Huesna y Pintado (Sevilla) también tuvieron que abrir sus compuertas.
España vive una situación complicada debido a las últimas precipitaciones
Aunque en primera instancia el alto nivel de precipitaciones se vislumbra como una buena noticia para quienes llevan meses esperándolas, los embalses llenos de España traen consigo un escenario poco prometedor para la creación de energía solar.
Mientras los embalses se llenan, esto genera un daño colateral y es que la producción de energía solar baja. Borrasca tras borrasca, la sequía se va disipando para dejar lugar a la abundancia de agua en varios puntos del país. Sin embargo, para alcanzar este escenario, la energía solar es la más resonada víctima.
De hecho, por primera vez en tres años, su producción ha bajado. De acuerdo a las cifras aportadas por el Red Eléctrica Española (REE), España se ubica en momento de bajada en lo que concierne a la generación solar. Durante el mes de marzo, la producción solar ha llegado al 11% frente al 13,9% de 2024 y 12,8% de 2023.
Todo esto a causa de las grandes cantidades de lluvia que caen sobre España. Si bien aseguran que el contexto actual representa una oportunidad única, quizás irrepetible, conviene reparar en las consecuencias negativas que podría tener en términos energéticos.
¿Por qué la energía solar de España se ve afectada por el llenado de los embalses?
La presencia reiterada de lluvias hace que la generación de energía solar disminuya, ya que no hay momentos de Sol suficientes para abastecer el suministro energético. En paralelo, otros sistemas de producción de energía se están viendo beneficiados con este espectro meteorológico. Es el caso de la energía eólica.
Aunque no registra la misma capacidad de producción en España que la fotovoltaica, ha mejorado sus números frente a la producción de la energía solar. La REE informó el pasado 21 de marzo que la eólica estaba creando un 37% de la energía. Un número notable teniendo en cuenta que la solar solo llegaba al 12% ese mismo día.
Los embalses están llenos en España: ¿bendición o maldición?
Adicionalmente, y con unos embalses que en varias oportunidades rozan el límite y tienen que liberar agua, la otra gran fuente de energía que se beneficia con esto es la hidroeléctrica. A 21 de marzo, ya había alcanzado un 17,5%, aunque sin rebasar el porcentaje del año pasado de 21,5%.
Puede que la sequía esté dejando de ser un problema en España, pero la producción de energía solar está empezando a resentirse. Con una de cal y otra de arena, España no se deja amedrentar por el escenario actual y ya señala el futuro: energía solar cuántica.
