España mira de cerca sus embalses, que están rebosando. Ve por delante una oportunidad única e inigualable. Semanas atrás, la lluvia fue la gran protagonista en el país europeo. Constantes jornadas de lluvia y viento incidieron sobre gran parte del territorio y la situación culminó con la aparición de la borrasca atlántica Jana.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) alertó que el martes pasado la situación quedaría debilitada y se iría yendo por el Mediterráneo. Pero, tras el pase de la borrasca Jana, se acercó por el oeste peninsular una nueva borrasca, dando como resultado precipitaciones “prácticamente generalizadas”, aunque la pretensión es que estas sean menos recurrentes en el oeste de Galicia y más abundantes en Andalucía.
Esta situación, que se extendió por más de una semana, ha tenido como consecuencia inundaciones, desbordamientos de ríos y cortes de vías en diferentes puntos de España. No obstante, no todo han sido malas noticias. También ha registrado una reticencia en la alerta por sequía en varias áreas del territorio español debido al incremento anotado en la reserva de agua española.
España ve la luz al final del túnel: vuelve a tener el agua que le faltó durante mucho tiempo
El panorama de los embalses en España ha sido una de las inquietudes de los ciudadanos/as durante meses, sobre todo en aquellos puntos en los que la sequía ha derivado en cortes y racionamiento de agua. Las últimas precipitaciones registradas han ayudado a mejorar la situación hídrica en algunos embalses.
Después de rozar semanas atrás el 58% de capacidad, según consigna Infobae, se estima que este porcentaje subirá. Es más, a 11 de marzo, la reserva hídrica española rozó el 61%.
No obstante, el espectro no se repite en todas las zonas de España. Algunas cuencas como la del Segura siguen notando situaciones críticas. Asimismo, algunas presas se vieron obligadas a desembalsar después de rebasar el límite de su capacidad.
Este contexto pone de manifiesto la necesidad de instaurar estrategias para paliar la sequía permanente en algunas localizaciones, pero también de la disponer de un protocolo óptimo ante peligro de desbordamientos. Recordemos que esta alerta estuvo presente hace tiempo en varios embalses de España.
España ve una nueva realidad tras la abundante llegada de precipitaciones
Las lluvias continuas reportadas sobre Sevilla lograron que se alcanzaran niveles nunca antes vistos, permitiendo que se garantice la reserva de aguapara la capital y los 11 municipios adheridos a la red durante más de 5 años. Los embalses de El Gergal en Guillena y el de Melonares, que apuntaron el 104%, desembalsan agua después de sobrepasar el límite de su capacidad.
Un escenario que contrasta de forma total con el paisaje que se vivió en Almería. En las presas de Cuevas de Almanzora y Beninar, el agua embalsada no llega al 10%. Asimismo, en Málaga, Cádiz y Córdoba, la borrasca también permitió una mejora de las reservas híbridas, que obligó a desembalsar semanas atrás. En Guadalmellato, por ejemplo, se acercó al 96% de su capacidad.
España aumenta su reserva hídrica después de una temporada de lluvias: ¿qué pasará ahora?
Bajo este marzo, Ramón Fernández-Pachecho, consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, expuso en una entrevista en Canal Sur Radio recogida por Europa Press que, aunque las lluvias del último tiempo “nos están viniendo francamente bien”, no es sinónimo de que la delicada situación de España frente a la sequía se ha solucionado.
“Vamos a trabajar como si no hubiera caído una gota de agua”, precisó. A pesar de que el incremento del nivel de agua en varios embalses españoles por las últimas precipitaciones es una noticia grata para los agricultores y ciudadanos/as perjudicados por la sequía, el riesgo de desbordamientos es un aspecto a considerar.
Con algunos de los embalses del país al 104% de su capacidad, España vislumbra en las precipitaciones más recientes una mejora en su reserva hídrica, aunque esto también ha traído consecuencias. Tanto la falta de agua como la abundancia requieren la atención de las autoridades. Por otra parte, los expertos aseguran que el nivel de agua de las cuencas internas de Cataluña subió, pero la sequía persiste.