España consolida su liderazgo dentro de la transición energética día a día. Sin embargo, su generación de energía limpia podría estar teniendo un costo demasiado alto. Durante 2024, el 56% de la electricidad producida en el país tuvo su origen en fuentes renovables.
Según cifras expuestas por la Red Eléctrica, este registro representa una subida de 6 puntos porcentuales comparándolas con los números de 2023. Dicho avance supone un aumento del 11% en la generación total de energías limpias, llegando a los 149 teravatios hora (TWh), el volumen más alto del que se tiene documentación.
Entre las energías más destacadas del ranking, se encuentra la solar fotovoltaica, en tercer lugar. Tuvo una cuota del 17% y una generación de 45 TWh (un récord). El progreso de las energías renovables en España está, poco a poco, desplazando a las tecnologías fósiles, que anotaron una considerable caída en su producción el año pasado.
Asimismo, el avance de las energías renovables está derivando en un nivel de emisiones de dióxido de carbono más bajo. El año pasado, bajaron 27 millones de toneladas de CO2, una disminución del 16,4% en comparación con los datos reportados en 2023. Esta situación de avance en materia de renovables tiene su razón de ser, en parte, en el incremento de la capacidad instalada de energías renovables (más del 64%).
España está frente a un problema que afecta a sus renovables
Mientras Extremadura mira de cerca el plan estratégico para impulsar las renovables, España se enfrenta a un severo problema con este tipo de energías. Elche es el lugar del país que está ocupando titulares en el último tiempo debido al despliegue de un proyecto solar, Lucinala, que pone en peligro de un paraje protegido.
Hablamos de un macroproyecto superior a 120 hectáreas. Una iniciativa que ha reavivado la disputa abierta entre energías renovables y conservación ambiental de la provincia de Alicante.
España está avanzando a pasos agigantados en el terreno de la transición energética, pero no lo está haciendo sin toparse con diversos conflictos en el camino. En Galicia, la situación se siente con la expansión de sus parques eólicos.
Esta ampliación del parque eólico ha provocado un profundo rechazo social debido al impacto que ocasiona en sus paisajes.
Algo parecido pasa en el Maestrazgo, donde las comunidades locales denuncian una instalación de renovables sin una planificación óptima o consenso. El sur de la provincia de Alicante sigue esta línea y muestra el debate en el que España está absorta.
España “padece” el avance de las renovables: qué reclaman en Elche
Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), grupo ecologista, ha vuelto a pronunciarse respecto a la autorización de Lucinala, macroproyecto energético solar. Así lo han expuesto en una nota de prensa.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico fue el que concedió dicha autorización. Aunque el colectivo manifestó sus alegaciones y un primer recurso el año pasado, todavía no ha obtenido una respuesta.
El proyecto sí ha experimentado cambios, con una superficie reducida. Pero los ecologistas siguen viéndolo como un peligro directo contra los principios naturales y agrícolas del ecosistema del Clot de Galvany.
Quieren levantar un macroproyecto solar en España, pero hay un problema
En sí, Lucinala se trata de una planta solar de más de 62 MW de potencia y una superficie de 120 hectáreas. Lo que sucede es que en la provincia de Alicante hay varios parajes protegidos y el de la ubicación de la planta es especialmente crítico.
Se suman, además, a otros proyectos fotovoltaicos, que desembocarían en un total de once plantas solares, ocupando 190 hectáreas, número que sobrepasaría por 10 hectáreas la amplitud de la zona húmeda protegida, de 180 hectáreas.
España tiene un gran problema por delante, ya que cuando un proyecto tiene impacto en el ecosistema local se traduce en pérdidas de vidas vegetales y, en ocasiones, animales. Precisamente por eso ya están apareciendo inventos como este, que permiten salvar millones de vidas.