Hay un tipo de energía que no es requerida en ningún país, un nuevo color de hidrógeno que no llama tanto la atención como otros. El H tiene diferentes tipos que se catalogan por colores dependiendo de su forma de obtención: azul, verde, turquesa, amarillo, rosa, azul, gris, marrón, rojo, negro… Optar por uno u otro NO es lo mismo como tampoco son lo mismo los resultados en su uso.
Diferentes compañías de España, y del mundo, están concentradas en promover el H, pero la tipología verde. Varias naciones y empresas lo ven como una alternativa de oro para convertirse en un combustible sin carbono. Esto tiene un papel crucial para la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y es un punto clave en la sostenibilidad ambiental.
El H fue descubierto hace más de 250 años. François Isaac de Rivaz, en 1806, creó el primer motor de combustión interna impulsado con el elemento de número atómico 1. La pila de combustible de H también fue desarrollada en el siglo XIX.
Nadie quiere el hidrógeno negro por esta razón
Sin embargo, no todos los tipos de hidrógeno son vistos de la misma manera. Es el caso del H negro, que algunos consideran una “energía inútil”. Se trata de un H que se obtiene a partir de hidrocarburos a través de oxidación parcial.
Su origen habitual suele ser el gas natural. Es altamente contaminante debido a que durante su obtención no se lleva a cabo la captura de las emisiones perjudiciales.
Al ser contaminante pierde aquello que hace atractivo al H como combustible limpio. Los H producidos a partir de materias primas en hidrocarburos (como gas metano, carbón y otros combustibles fósiles) cada vez se usan menos.
Otros tipos de hidrógeno que sí se tienen en cuenta, aunque no son tan limpios
Pese a que el pronóstico sobre el H negro no es tan prometedor, sí hay otros tipos que son tomados en consideración, como el H gris o el hidrógeno marrón. El H gris se produce a partir de gas natural a través de la técnica del reformado por vapor.
Este último se trata de un proceso en el que reacciona vapor a alta temperatura y presión con hidrocarburos en presencia de un catalizador de base metálica. Así se genera un gas de síntesis. Por otro lado, el elemento marrón es producido desde la gasificación del carbón.
Una técnica que se ha utilizado durante más de un siglo para generar el famoso “gas ciudad” al que ahora se le llama “gas de síntesis”. Tampoco se hace captura de emisiones ni se usan energías renovables (como es el caso del H negro).
Hidrógenos limpios que están ganando terreno
Además de los tipos de H que están en duda, hay otros que están ganando terreno como combustibles limpios o semilimpios. Empezamos por el H del que todo el mundo habla: el hidrógeno verde.
Puede mezclarse, con ciertas limitaciones, con gas natural. De esta manera, el usuario tiene la oportunidad de bajar la intensidad de carbono de muchos existentes del gas natural, como la calefacción del hogar. Tiene varias aplicaciones clave como materia prima y almacenamiento energético.
En este caso, a diferencia de lo que sucede con la energía almacenada en una batería, la energía almacenada en H no se va degradando con el tiempo. Otros hidrógenos que están en el centro son el H azul, turquesa, rosa, rojo, amarillo y banco.
Hay un tipo de hidrógeno que se considera inútil: nadie quiere usarlo
En definitiva, el hidrógeno negro no es tan viable como el resto debido a la contaminación que emite a la atmósfera. Sin embargo, hay otros tipos de H que son vistos como alternativas óptimas y prometedoras, como es el caso de la modalidad turquesa.












