Tras la irrupción del invento que produce hidrógeno de la nada, aparece un nuevo color del hidrógeno que podría ser la energía que el ser humano busca. Desde hace un tiempo, se habla del hidrógeno como la solución a la falta de sostenibilidad en el actual sistema energético por sus grandes posibilidades como transportador de energía (vector energético) y porque puede obtenerse sin emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), al menos en algunas de sus formas.
El hidrógeno cuenta con algunas propiedades relevantes que lo convierten en un elemento renovable capaz de brindar energía segura. No obstante, la penetración actual del H bajo en carbono en el contexto energético global todavía es incipiente, por lo que siguen presentándose multitud de propuestas vinculadas a electrolizadores, almacenamiento y desarrollos de capacidad de producción.
Bajo estas circunstancias, encontramos varios colores del hidrógeno que varían según la forma de producirlo: verde, azul, gris, negro, rosa, turquesa…
El nuevo color del hidrógeno se postula como la energía del futuro
La empresa japonesa Ebara promueve hidrógeno turquesa para una producción más asequible y ecológica. Aunque el H es un gas inodoro, llevándolo a contextos industriales tiene adjudicados determinados colores según la fuente de energía utilizada en su producción. La previsión es que el H turquesa esté disponible comercialmente para 2026. La firma mencionada opta por usar metano para obtener hidrógeno creando el denominado hidrógeno turquesa.
Su producción tiene lugar a partir del metano contenido en el gas natural y el biogás, a través de un proceso de descomposición llamado pirólisis del metal fundido. Durante este proceso, el gas natural fluye mediante el metal fundido, liberando H y carbono sólido, un escenario que evita las emisiones CO2.
El fabricante japonés de maquinaria industrial Ebara fabrica bombas y otros equipos para sistemas de hidrógeno y ahora trabaja en un nuevo sistema para producir H turquesa. Su propósito es comercializarlo para 2026, aprovechando el impulso mundial de la descarbonización. El proceso actual para producir H turquesa extrae el hidrógeno y el carbono en un solo reactor. No obstante, Ebara planea extraerlos por separado para adquirir diferentes tipos de carbono sólido sin que esto afecte la producción de H.
El carbono sólido posee múltiples aplicaciones: desde reforzar los neumáticos con negro de humo hasta el uso de fibras de carbono en coches y aviones. Este tipo de H puede aguardar algunos beneficios que lo llevan a concebirlo como una opción más ecológica.
La generación de H verde, creado a parir de fuentes de energía renovables o azul, que abarca la extracción a partir de fósiles y usa tecnología de captura y almacenamiento de carbono para mitigar las emisiones no desarrolla dióxido de carbono, pero es costosa por la cantidad de energía necesaria para su creación.
Ebara apuesta por el hidrógeno turquesa: ¿la energía del futuro?
Además, es complejo poner a funcionar las instalaciones óptimas para el almacenamiento de carbono en el caso del hidrógeno azul. Por estas razones, el hidrógeno turquesa resalta como una alternativa económica para generar combustible limpio sin emisiones de carbono, según la fuente de electricidad empleada en el sistema de calentamiento del metano. Fue en 2022 cuando Ebara comenzó este proyecto empresarial supervisado directamente por el presidente de la compañía.
La marca, con base en Tokio, considera que el H turquesa es vital para alcanzar su objetivo de contribuir a una “sociedad sostenible”. Asimismo, ha efectuado colaboraciones con el Instituto Nacional de Ciencias de los Materiales, la Universidad de Shizuoka y el fabricante de materiales Taiyo Koko. El proyecto fue un encargo de la Organización de Desarrollo de Nuevas Energías y Tecnologías Industriales, que cuenta con el respaldo del gobierno nipón.
Si las predicciones de Ebara se cumplen, el hidrógeno turquesa podría ser la energía que llevamos siglos buscando. Un color del que te contamos mucho más en este artículo.











