Tras la llamativa aparición del Tesla de hidrógeno, España se convierte en el primer país del mundo en producir hidrógeno de la nada con una tecnología que funcionará en 50 millones de hogares. Actualmente, el planeta está sumergido en un profundo proceso de “descarbonización” de energía. Los expertos buscan nuevas formas de energía para contribuir a la transición energética y el hidrógeno se desliza como un complemento de la electrificación a partir de baterías de litio y otros minerales críticos (níquel, cobalto, manganeso, tierras raras).
De hecho, si lo miramos con perspectiva, en un plazo más amplio podría ser el combustible que el ser humano está buscando, dado que es el gas más abundante del universo. Ya en 1874, hace 150 años, Julio Verne lo mencionó en la novela “La isla misteriosa”. Se dirigió a él como maná del aire y del mar y hace dos décadas, en su obra “La economía del hidrógeno”, en ensayista norteamericano Jeremy Rifkin lo presentó como la salvación definitiva ante el calentamiento global.
Con tantos “ojos” mirando hacia el hidrógeno, no resulta extraño que España y otros países estén apostando por él. Lo último ha sido la creación de una tecnología capaz de producirlo de la nada. ¿Estaremos ante la revolución energética que tanto buscábamos?
España es capaz de crear hidrógeno de la nada: este invento funcionará en 50 millones de hogares
Un grupo de estudiantes españoles de la Universidad ELISAVA ha inventado una tecnología capaz de convertir el exceso de energía en hidrógeno. Además, lo almacena de forma segura en estado sólido. Hablamos de ATOM H2, la tecnología capaz de almacenar el excedente de energías renovables y ganadora de la fase nacional del James Dyson Award 2024.
Esta creación permite transformar el exceso de energía renovable en hidrógeno y almacenarlo de forma segura con el uso de hidruros metálicos. Tiene su fundamento en una técnica en la que el hidrógeno queda almacenado en estado sólido, reduciendo los riesgos en comparación con otros métodos de almacenamiento, como el gaseoso o el líquido.
En un momento posterior, cuando es necesario usar esta energía almacenada, el hidrógeno se libera y transforma nuevamente en electricidad a través de una pila de combustible. Cada año, se registran grandes cantidades de desperdicio de energía renovable. La estimación es que equivale a la energía necesaria para aportar suministro a más de 50 millones de hogares, en número comparable a la población combinada de España y Canadá.
Este inconveniente ha fomentado el desarrollo de tecnologías como ATOM H2, que, además de mejorar la eficiencia a nivel energético, también propone soluciones más sostenibles para el futuro. El mercado de almacenamiento de energía es un sector en rápido crecimiento. Se pronostico que obtendrá un valor entre 56.000 y 93.000 millones de euros para 2030 por la creciente adopción de renovables.
Bajo estas circunstancias, ATOM H2 es una opción clave en este contexto, puesto que permite una gestión eficaz de los excedentes de energía que de otra manera se perderían, brindando una alternativa limpia y segura para reutilizar.
España tiene la solución definitiva para la pérdida de energía renovable: hidrógeno
El desperdicio de energía es un problema considerable en la transición energético debido a la naturaleza intermitente que presentan fuentes renovables como la solar y la eólica. La tecnología ATOM H2 está siendo sometida a las primeras pruebas piloto con clientes potenciales y el equipo a carga confía en que crecerá significativamente en los próximos años.
Además del reconocimiento del James Dyson Award, sus investigadores obtuvieron un premio monetario de 5.800 euros, que irán destinados a su desarrollo y comercialización.
De esta manera, España se convierte en el primer país del mundo en crear hidrógeno de la nada, superando incluso el furor ocasionado por el AVE de hidrógeno.