Ya vimos como en el agua se pueden esconder grandes minas de riquezas, pero ahora está sucediendo algo aún más extraño, ya que están apareciendo unas curiosas flores en el agua dulce de Corea del Sur y no se trata precisamente de una flor acuática… Entonces ¿Cómo es posible esto?
Transición energética, una meta muy importante
Con el aumento de la contaminación ambiental, a nivel mundial tenemos una meta cada vez más urgente: la transición a energías más limpias. En este contexto, la energía solar se ha vuelto una de las alternativas más prometedoras que no contaminan nuestro planeta.
A pequeña escala, esta energía es muy sencilla de implementar, pues los paneles solares son cada vez más accesibles y novedosos, por lo que se pueden colocar en el tejado, en el jardín o incluso como vallas y con eso es suficiente para cubrir el consumo de una casa.
Sin embargo, el problema empieza cuando se quiere hacer un proyecto a gran escala, que produzca grandes cantidades de energía, pues este tipo de proyectos además de requerir una gran inversión necesitan de mucho espacio.
Pero ¿sabías que estos proyectos se pueden hacer en el agua? Pues aunque suene una locura, este el camino que tomó Corea del Sur, pues instalaron unos sistemas solares en forma de flores que generan energía estando en el agua.
Flores acuáticas y solares
Se trata de una planta solar flotante, con paneles solares en forma de flores que flotan en la superficie de Hapcheon-gun y generan 41 MW de electricidad, lo que es más que suficiente para cubrir la demanda de 60 000 personas.
Los paneles fueron especialmente diseñados para su uso en instalaciones solares flotantes. Están elaborados con materiales ecológicos y son capaces de operar eficientemente en condiciones de altas temperaturas y elevada humedad.
La principal ventaja es que la planta solar está ubicada en el agua, por lo tanto no se necesita ocupar terrenos adicionales, lo que la convierte en una solución ideal para regiones con escasez de superficie terrestre.
Por lo mismo, estas instalaciones son cada vez más usuales en regiones montañosas y de gran densidad poblacional y pueden generar hasta un 10% más de energía solar en comparación con plantas fotovoltaicas emplazadas en tierra; debido en parte a los efectos de enfriamiento del agua.
Y por supuesto el proyecto también tiene un gran impacto a nivel turístico. La instalación de paneles en forma de flor se ha transformado en un gran atractivo turístico que además de ser muy llamativo promueve la conciencia ambiental y el uso de energías verdes.
¿Esto no afecta al medio ambiente?
Como es un proyecto realizado en el agua, es natural cuestionarnos si esto puede tener algún impacto negativo en el ecosistema, sin embargo, desde el inicio del proyecto, Corea del Sur también pensó en esto y su impacto fue evaluado por el Instituto de Medio Ambiente.
Para ello realizaron estudios que evaluaran la calidad del aire y la ecología acuática de la zona, pero afortunadamente los resultados concluyeron que la planta fotovoltaica no tiene un impacto negativo para el ecosistema de la zona.
De hecho es todo lo contrario, pues al generar grandes cantidades de energía limpia, se reduce la dependencia de los combustibles fósiles que tanto contaminan nuestro planeta, lo que significa que el aporte de la planta en realidad es muy positivo.
Y por supuesto, también tiene un gran impacto a nivel social y económico. En Hapcheon-gun, la población es de aproximadamente 44 mil habitantes, por lo que considerando la capacidad de generación de la planta, alcanza para cubrir la demanda completamente.
Sin duda, la creación de esta planta es un ejemplo a seguir y nos demuestra que si es posible innovar utilizando energías limpias y respetuosas con nuestro planeta, logrando resultados increíbles. Y si quieres saber más sobre soluciones solares acá te contamos que ya descubrieron en Santo Grial de la energía.