La humanidad está en vilo con el regreso a la Luna. El plan es absorber el Sol desde el espacio. Un proyecto que sorprende incluso más que el desierto colapsado con paneles solares. Siguen preparándose nuevas misiones espaciales con destino a la Luna. No obstante, a medio y largo plazo sigue considerándose un tema sin revolver y al que todas las agencias buscan solución. Se plantean cómo obtener un suministro constante, abundante y fiable de energía para establecer bases lunares permanentes.
El futuro de la energía limpia y sostenible está en manos de la humanidad, que busca arduamente nuevas formas de recolectar energía sin recurrir a los combustibles fósiles. En este contexto, se ha dado un paso audaz al recurrir a la ilimitada luz solar disponible en el espacio y posteriormente transmitirla a los usuarios en la Tierra.
Ahora incluso también se habla de “acudir” a la Luna para obtenerla. Algunos expertos plantean alternativas que captan la energía solar espacial.
La humanidad podría volver a la Luna, pero no de la forma que pensamos
La startup suiza Astrostrom pertenece a este grupo y, por eso, ha confeccionado un análisis para la denominada Central Eléctrica Lunar para la Gran Tierra (Greater Earth Lunar Power Station o GE⊕-LPS). Es más, la Agencia Espacial Europea (ESA) lo ha incluido en el marco de su Plataforma de Innovación Espacial Abierta y su proyecto Solaris, creado para la captación de energía solar en el espacio y su posterior envío a la Tierra.
Astrostrom plantea el levantamiento de una imponente estación espacial habitable con miles de placas solares, construida casi en su totalidad con recursos de origen lunar. La meta final sería proporcionar 23 MW de energía de forma continua por medio de microondas a receptores móviles presentes en la superficie lunar. Este sería el modo más limpio, barato y eficaz de “satisfacer las necesidades de las actividades de superficie, incluidas las futuras bases tripuladas”, manifiesta la ESA en un comunicado de prensa.
Captar energía solar espacial (SBSP por sus siglas en inglés) y enviarla a la Tierra es un sueño que tiene la humanidad desde tiempos inmemoriales. La ESA considera esta acción como un importante progreso a nivel tecnológico para alcanzar la descarbonización total en 2050, pero sus orígenes están en la idea acuñada por un inventor ruso a principios del siglo XX y un relato ficticio firmado por Isaac Asimov en 1941.
Absorber Sol desde el espacio, el objetivo que opaca el regreso a la Luna
Sus probabilidades de éxito se estudiaron en diferentes programas estadounidenses en los años 70 del pasado siglo, pero los avances de la actualidad son los que están trayendo al presente este concepto. Queda demostrado con propuestas como de la de un grupo de científicos de Caltech (California) que en enero de 2023 lanzaron una nave a boro de un cohete de SpaceX. Con esta prueba ejecutaron 3 experimentos para comprobar si la generación y transporte de energía solar desde el espacio era posible.
El objetivo era crear una central para enviar energía al mundo, el mismo que persigue la Agencia Espacial Europea con el proyecto Solaris. Su propuesta “podría suministrar electricidad a precios competitivos a los hogares y empresas europeas en 2040, desplazando a las fuentes de energía de combustibles fósiles y complementando las energías renovables existentes, como la solar fotovoltaica y la eólica, reduciendo la necesidad de soluciones de almacenamiento a gran escala”.
El GE⊕-LPS planteado por Astrostrom está vinculado a esta misma iniciativa, pero pone su foco en brindar energía a las infraestructuras humanas en la Luna. Para esto, se inspira en la forma de una mariposa, desplegando miles de paneles solares en forma de V con antenas integradas. Su configuración helicoidal quedaría extendida por más de un kilómetro cuadrado de un extremo al otro, lo suficiente como para otorgar hasta 23 MW de manera constante, una cantidad similar al consumo medio mensual de 85.185 hogares europeos.
Para que GE⊕-LPS llegue a concretarse en escenarios reales, todavía necesita de importantes desarrollos de ingeniería. Mientras tanto, la humanidad permanece en vilo con el regreso a la Luna y la posibilidad de absorber el Sol desde el espacio. Una iniciativa que llega en un momento crucial para la fotovoltaica, que contempla inventos como este que produce energía incluso de noche.
