Los mares de España están empezando a sufrir severas modificaciones. Están implementando un tipo de tecnología que podría ganar la batalla más importante. Desde la pesca hasta la acuicultura y la producción de energías renovables, pasando por el turismo costero, la biotecnología, la desalinización, la investigación y la seguridad marítima… Todas estas prácticas involucran al mar y elevan su importancia, sobre todo en lo que tiene que ver con las energías renovables, producto de la transición energética por la que transita el mundo.
Los mares, una fuente inagotable de energía
Tras saberse sobre la construcción de buques gigantes con velas extrañas, la atención del sector energético se centra en el potencial de los mares como fuentes de abastecimiento. Estas grandes masas de agua son una fuente inagotable de energía.
Así lo acuñan diferentes estudios científicos que trabajan para encontrar el sustituto renovable perfecto a los combustibles fósiles. El movimiento que generan los oleajes del mar sería capaz de proporcionar electricidad a ciudades enteras en un futuro no muy lejano.
Hay diferentes maneras de aprovechar la fuerza del océano para originar energía. Por ejemplo, la energía mareomotriz, undimotriz y de las corrientes. La primera se focaliza en aprovechar el ciclo de las mareas. Por otra parte, la undimotriz utiliza un sistema de pistones que aprovechan el movimiento hacia arriba y abajo de las olas.
La energía que generan las corrientes marinas al movilizar las turbinas es otro tipo de energía destacada que ensalza el lugar de los mares.
Europa comienza unas pruebas determinantes en los mares de España
Bajo este marco, Europa ya ha comenzado las pruebas en Gran Canaria de una plataforma oceánica cuya promesa es el abastecimiento de energía 24/7 y resistencia a tormentas extremas. Ya se ha procedido a la instalación de una nueva estructura de energía oceánica resistente a tormentas frente a la costa de Gran Canaria.
Esto representa un importante progreso en el desarrollo de métodos renovables capaz de trabajar durante huracanes. Su desarrollo ha quedado enmarcado en el proyecto PLOTEC, financiado por Horizonte Europa de la UE.
Este prototipo es el próximo paso en el aprovechamiento de la Conversión de Energía Oceánica (OTEC) para brindar abastecimiento energético limpio las 24 horas del día a los países insular con mayor propensión a padecer riesgos climáticos.
La prueba se está llevando adelante faltando unas pocas semanas para la COP30 y el Premio Earthshot 2025. Instancias en las que se estima que la resiliencia climática y la seguridad energéticas de las regiones vulnerables sean un tema central.
Esta etapa ha consistido en el despliegue del casco cilíndrico de la plataforma en el banco de pruebas de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN).
El siguiente paso será crítico. Se procederá a la instalación y conexión de la tubería de agua fría, una unidad crucial que completará el sistema antes de las pruebas estructuras completas en el entorno atlántico.
Durante esta fase, la plataforma se topará con el oleaje y los vientos del Atlántico, permitiendo estudiar su rendimiento frente a tormentas severas.
Proyección de futuro de la tecnología ubicada en los mares de España
No hablamos de una prueba de laboratorio, sino de un experimento realizado en el océano, bajo condiciones reales. Solo en este contexto es posible medir la viabilidad de este tipo de tecnología.
OTEC funciona extrayendo energía a partir del gradiente térmico entre las capas superficiales y profundas del océano, disponible todo el año en lugares tropicales. No es un dispositivo dependiente al sol y al viento, sino un tipo de energía continua y estable.
En este punto, los sensores de alta precisión de Fugro recopilará información clave para analizar su estabilidad estructural. Recogerán datos giroscópicos y acelerométricos, que cruzará con referencias de oleaje locales. El objetivo de la prueba es claro: lograr que tecnologías como OTEC puedan no solo instalarse, sino escalarse de forma segura.
Las pruebas seguirán efectuándose durante los próximos meses y se esperan resultados iniciales para principios de 2026. Si todo sale según lo planeado, la información registrada permitirá el diseño de plantas OTEC a gran escala capaces de abastecer a pequeñas comunidades, redes eléctricas completas o plataformas marinas industriales.
Ya han empezado minar los mares de España con una tecnología capaz de ganar la batalla más importante contra la contaminación ambiental y el cambio climático. En paralelo, se ha informado que construirán murallas colosales de 40 MW en los mares.














