El metanol verde se considera un vector energético clave en la descarbonización de industrias intensivas, el transporte marítimo y la producción de combustibles sintéticos. La planta de La Robla, al ampliar su capacidad, refuerza el papel de Castilla y León como enclave de referencia en el desarrollo de tecnologías limpias dentro del marco de los objetivos europeos de neutralidad climática para 2050.
La concesión del OK ambiental implica que el proyecto ha superado los procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental establecidos por la legislación española y comunitaria, garantizando que la ampliación se ejecutará con medidas de prevención, control y compensación adecuadas. Entre ellas se incluyen la optimización del uso del agua, la minimización de emisiones difusas y la integración paisajística de las instalaciones.
No hay perjuicio ambiental por ampliar la planta de metanol verde en La Robla
El Servicio Territorial de Medio Ambiente de León ha emitido un informe de impacto ambiental favorable para la modificación sustancial de la planta de producción de metanol verde que promueve la empresa La Robla Nueva Energía, S.L., ubicada en el polígono industrial de El Crispín, en el término municipal de La Robla (León).
La resolución, publicada este lunes en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL), concluye que el proyecto no tendrá efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, siempre que se cumplan las condiciones establecidas en el informe y en la normativa vigente.
La modificación contempla un aumento del 40% en la capacidad de producción, pasando de 100.000 a 140.000 toneladas anuales de metanol verde, así como la instalación de nuevos equipos, como un oxidador térmico para controlar las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COVs), en sustitución del funcionamiento continuo de la antorcha.
Entre los cambios previstos figuran también la ampliación de la caldera de biomasa de 15 a 30 MWt, la instalación de dos nuevos tanques de almacenamiento de metanol producto, y el incremento de la producción de fusel oil, un residuo peligroso que pasará de 800 a 2.000 toneladas anuales. El proyecto forma parte del complejo industrial La Robla Green, declarado de interés regional por la Junta en 2024, que integra generación de energía renovable, captura de CO₂ y producción de combustibles limpios.
El informe ambiental destaca que la planta se ubica en suelo industrial, no afecta a espacios protegidos de la Red Natura 2000 y que los impactos previstos son compatibles o moderados, sin que se hayan identificado efectos severos o críticos. Además, se establece un plan de vigilancia ambiental y medidas específicas para proteger el entorno natural, el suelo, el agua y la salud humana.
La resolución establece que el informe tendrá una vigencia de cuatro años desde su publicación, y que cualquier modificación posterior deberá ser comunicada a la Delegación Territorial para su evaluación.
Además de los beneficios ambientales, la ampliación tendrá un impacto socioeconómico positivo en la comarca de La Robla, una zona marcada históricamente por la actividad minera y térmica. La reconversión hacia energías limpias permite generar empleo, atraer inversión y revalorizar un territorio que busca alternativas sostenibles a los combustibles fósiles. EFE / ECOticias.com