El dueño del oro negro del mundo hace una jugada maestra. Apuesta todo su reino a las energías renovables. Las tensiones geopolíticas están tensando el contexto y llevando a las diferentes naciones a apostar por las energías renovables. El petróleo ha sido durante un largo tiempo la principal fuente de energía a nivel global. No obstante, su extracción y posterior uso tienen un impacto considerable en el medio ambiente y en el cambio climático.
Por este motivo, es de vital importancia hallar nuevas alternativas sostenibles y renovables para sustituir el petróleo. El agotamiento de recursos naturales y el cambio climático son problemas globales que necesitan de soluciones inmediatas. Una de estas soluciones es la transición hacia fuentes de energía más limpias y renovables. Las renovables son aquellas que se obtienen a partir de fuentes naturales y son inagotables.
Algunas de las principales fuentes de energía renovable son la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica. En el contexto actual, es vital recurrir a fuentes de energía alternativa a los combustibles fósiles para mitigar el avance del cambio climático y reducir la contaminación atmosférica. Así es como el mayor productor de petróleo (oro negro) se ha lanzado a por las energías renovables.
El dueño del oro negro cambia de estrategia: ahora su objetivo son las energías renovables
Arabia Saudí podría acercarse al objetivo de 130 GW de capacidad renovable para 2030. El país de Asia occidental está focalizando su atención en incrementar la proporción de combustibles no derivados del petróleo para cubrir su creciente demanda de energía y diversificar su mix energético. Presentada en 2016, la Visión 2030 de Arabia Saudí tenía el propósito de desplegar 9,5GW de energía verde para 2030.
Desde el momento de su creación se han llevado adelante varias revisiones. La última de ellas tuvo lugar en 2023, revisando el objetivo a 130 GW de capacidad de energía renovable para 2030. Con el afianzamiento de las políticas, una convocatoria coherente de subastas competitivas y otras medidas financieras, el reino puede cumplir su meta de energía renovable para 2030, recoge la compañía de análisis y datos GlobalData.
El último informe de GlobalData, «Saudi Arabia Power Market Size, Trends, Regulations, Competitive Landscape and Forecast, 2024-2035«, expone que los proyectos de energía renovable en construcción en Arabia Saudí sobrepasaron los 8GW a finales de 2023. Esto se debe especialmente a varias iniciativas adjudicadas por medio de las subastas en los últimos 18 meses. Actualmente hay en funcionamiento otros 13 GW de capacidad de energía renovable en diferentes etapas de desarrollo.
De 2015 a 2023, la capacidad de energía renovable ascendió a una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) del 82,4%, mutando de 0,02GW a 3GW. En 2023, la energía solar fotovoltaica contemplará el 82,6% de la capacidad total de energía renovable del país, con la eólica terrestre en segundo lugar, representando el 14,1% y un 3,1% derivado a la termosolar.
El dueño del oro negro del mundo sorprende en el campo de las energías renovables
La estimación es que la cuota de capacidad de energía renovable en el mix de capacidad total del país árabe llegue al 35,4% en 2035 desde el 3,2% en 2023, con una cuota estimada del 6,9% en 2030. Asimismo, se espera que la capacidad de energía renovable suba a una CAGR del 40,1% durante 2023-30 para lograr los 31,5GW en 2030, con un pronóstico de 63,1GW en 2035.
Con los esfuerzos constantes de los responsables políticos y una aplicación estricta de las políticas, Arabia Saudí vislumbra grandes posibilidades de rozar el objetivo impuesto. Según la tendencia “profetizada”, el país agregará más de 20 GW por año, convirtiendo su objetivo en algo viable.
El dueño del oro negro se ha hecho noticia por su apuesta por las energías renovables, una apuesta que ha demostrado altamente con el levantamiento de la Ciudad del Hidrógeno.