Los paneles tradicionales podrían pasar a formar parte del pasado muy pronto. La revolución de la energía solar ya se está produciendo. Ha emergido como una de las soluciones más prometedoras y vitales en la transición energética. En un mundo marcado por la urgente necesidad de bajar nuestra dependencia de los combustibles fósiles, la energía solar brinda una opción limpia, inagotable y accesible. Hasta ahora, los paneles solares convencionales han sido los dispositivos más utilizados para explotarla. Algo que podría cambiar pronto con la aparición de una nueva tecnología.
Los paneles tradicionales podrían salir del foco de la energía solar
Tras conocerse la existencia de los paneles invisibles, la energía solar dio un vuelvo. Está sucediendo de nuevo con la creación de un diseñador alemán. Ha desarrollado un sistema de módulos solares orgánicos flexibles concebido para instalarse en balcones, con tecnología más ligera y adaptable que la solar convencional.
Se trata del proyecto SOLINA, que transforma balcones en esculturas solares por medio de módulos flexibles de fotovoltaica orgánica. SOLINA es una iniciativa que lleva la producción de energía solar urbana hacia otro plano. Sus cimientos están basados en fotovoltaica orgánica (OPV).
Su metodología se muestra ante el mundo como una escultura solar bifacial y flexible, creada especialmente para balcones. Tiene una forma estética, que es solo el principio de una tecnología óptima. Multiplica la superficie captadora de energía, sin que esto suponga tener que recurrir a grandes estructuras.
La mayoría de los sistemas solares para balcones responden a un enfoque funcional, pero no tienen en cuenta la estética e integración humana. SOLINA propone un funcionamiento diferente. Ofrece un dispositivo funcional que se convierte en parte del paisaje.
La energía solar vive una revolución: los paneles se despiden y el sector da la bienvenida a una nueva tecnología
Atesora una estructura “creciente”, inspirada en formas naturales. Con esta metodología, responde a la necesidad de originar energías renovables en espacios pequeños y poco aprovechados, como balcones, terrazas o fachadas secundarias.
La propuesta de SOLINA hace posible que usuarios particulares generen su propia electricidad, incluso cuando no tienen tejado propio. De esta manera, se alza como una solución para ciudades densas, donde la transición energética requiere de solucione descentralizadas.
La elaboración del proyecto se concretó en conjunto con ASCA, compañía pionera en tecnología OPV. Proporciona beneficios claros. Se trata de una tecnología flexible, ligera, semitransparente, libre de metales raros y sumamente personalizable.
Los módulos orgánicos atesoran adaptabilidad a superficies curvas, estructuras ligeras e interiores bien iluminados. La parte más innovadora del proyecto es su principio estructural. Los films plásticos de PET se curvan al conectarlos entre sí. Producen una forma ondulada auto-reforzada. Bajo este marco, maximiza la superficie de captación sin necesitar de un soporte adicional.
Desafíos y perspectiva de futuro
Las pruebas realizadas con prototipos han arrojado resultados de una estructura resistente y segura. El uso de paneles solares orgánicos aún no es habitual en el mercado, aunque su potencial es enorme. Resultan ideales para áreas en las que la luz solar directa no es constante, como balcones en orientación norte o patios interiores.
En este contexto, sobrepasan en rendimiento relativo a los paneles cristalinos tradicionales. Otra de las ventas es la personalización de color y forma. Aspecto que les permite amoldarse a diferentes estilos arquitectónicos sin imponer una estética industrial.
Pese a la larga lista de ventajas, el principal desafío es su menor eficiencia energética absoluta. Para compensar esta situación, SOLINA amplía su superficie captadora a través del diseño, algo útil donde el espacio en planta es acotado. Dicha estrategia transforma una limitación técnica en una oportunidad formal.
El concepto ha suscitado un gran interés. Sin embargo, todavía necesita respaldo económico para pasar del papel al ámbito real. La revolución de la energía solar ya está teniendo lugar con la aparición de tecnologías innovadoras. Los paneles tradicionales podrían tener los días contados. Realidad que parecía imposible hasta que irrumpió este producto 15 veces más eficiente.