Los paneles solares se han vuelto cada vez populares a nivel mundial, especialmente en España, que goza de una gran cantidad de radiación solar, pero ¿Qué tal si no son tan buenos como parecen? Aunque suene un poco extraño, detrás de su eficiencia se esconde una realidad muy inquietante. Veamos de que se trata.
La llegada de la energía solar
Las energías renovables han llegado a cambiar nuestras vidas, demostrándonos que a pesar de nuestra dependencia de la electricidad, no necesitamos contaminar nuestro planeta para producirla y utilizar todos nuestros artefactos favoritos.
Una de las más populares y sencillas de utilizar es la energía solar, que nos permite obtener energía de la radiación solar, un recurso muy abundante en España, sin embargo, detrás de los paneles solares se esconde una realidad que te dejará muy sorprendido.
Siempre hemos creído que mientras más paneles instalemos, más energía produciremos y más ayudaremos a nuestro planeta, sin embargo, una nueva investigación está demostrando que esa forma de pensar no es la correcta.
Un estudio reciente cuestiona esta estrategia, indicando que hay una forma mucho más inteligente de usar nuestros recursos para combatir el cambio climático de una manera más eficaz y no se trata de una simple suposición, sino de una conclusión respaldada por la ciencia.
La realidad de los paneles solares
Hace poco vimos un avance en energía solar que parecía imposible y ahora, un modelo programado por prestigiosas universidades de los Estados Unidos, ha demostrado una verdad que nadie esperaba sobre los paneles solares.
El modelo ha procesado cinco años de datos para analizar el verdadero impacto de los paneles solares en la reducción de emisiones de dióxido de carbono y ha revelado que no todos los paneles solares tienen el mismo valor en la lucha contra el cambio climático.
Sucede que para reducir las emisiones, no se trata de instalar paneles por todas partes, sino de hacerlo en los lugares correctos, básicamente lo más importante no es cuántos paneles se instalan, sino dónde se instalan.
El verdadero impacto de los paneles solares, dependerá del tipo de energía que ya se usa en la zona donde se instalan, pues su efecto es mucho mayor en los lugares donde todavía utilizan combustibles fósiles como el carbón.
En estas regiones, la electricidad que generan los paneles solares sustituye de inmediato a la energía contaminante, lo que produce una reducción grande y rápida de las emisiones, de hecho, es como si limpiaran el aire al instante.
Por el contrario, en las zonas que ya tienen un sistema de energía más limpio, con plantas nucleares o presas que generan electricidad sin contaminar, añadir más paneles solares no genera un mayor impacto, pues estarían reemplazando una energía que ya es bastante limpia.
El inesperado efecto contagio
Una de las conclusiones más sorprendentes a las que llegó el estudio es que una región puede ayudar a limpiar el aire de otra, pero ¿Cómo es posible esto? Básicamente gracias a un ‘efecto contagio’ que muestra que las redes eléctricas están más interconectadas de lo que se creía.
Cuando una zona produce un exceso de energía solar, puede compartirla con otras y de esta forma, esa energía solar reemplaza a las fuentes contaminantes que se usan en las regiones cercanas, ayudando a reducir la contaminación más allá de su punto de origen.
Por ejemplo, el estudio indicó que California no solo logró incrementar su generación de energía solar en un 15%, sino que también contribuyó en la disminución de las emisiones en las áreas adyacentes de manera notable.
Esto significa que si un país o empresa invierte en paneles solares, el impacto puede extenderse a regiones enteras y lograr un cambio mucho mayor, lo que por supuesto ayudaría enormemente a nuestro planeta y nos acercaría a la meta de la transición energética.
Sin duda, este estudio nos ha dejado varias lecciones, demostrándonos que la clave no está la cantidad de paneles que se instalen sino en la ubicación de los mismos, pues si se instalan en el lugar correcto la reducción de emisiones será mucho mayor, lo que nos acercará aun más a la meta de la transición energética, sobre todo ahora que están creando paneles cada vez más potentes.