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jueves, junio 1, 2023

¿Qué es la pobreza energética?

La pobreza energética es un fenómeno social muy presente en España, que afecta a una gran parte de la población y que muestra su cara más dura cuando el exceso de frío o calor hace que los requerimientos energéticos se disparen.

Pobreza energética

Para comprender en profundidad el significado de este concepto es necesario establecer una definición legal y reguladora: se encuentra en situación de pobreza energética cualquier persona que experimenta graves dificultades para obtener un suministro de energía mínimo, que le permita satisfacer las necesidades básicas de su hogar debido a sus condiciones de vida y/o a una insuficiencia puntual o permanente de recursos.

Las personas que padecen de pobreza energética son incapaces de abonar sus facturas de electricidad, pero también son aquellas que consumen una cantidad excesiva de electricidad que les implica un gasto mayor del 10% de los ingresos netos del hogar. Además, existe un umbral de gasto energético que depende de la superficie de la vivienda.

La pobreza energética implica que las personas sientan frío en sus casas durante la época invernal, por no poder cumplir con las necesidades mínimas de calefacción o que deban realizar una limitación muy importante en este gasto, por razones meramente económicas. Es un fenómeno que afecta especialmente a los hogares más vulnerables.

Causas de la pobreza energética

La principal es sin duda de índole económico, por ello, la pobreza energética afecta especialmente a los ciudadanos con más bajos ingresos, entre los que se cuentan las familias monoparentales, los arrendatarios de vivienda privada y pública y una buena parte de los pensionistas, especialmente los que viven solos y reciben poco dinero.

Los precios de la electricidad y el gas aumentan cada año y durante el invierno es cuando la demanda es más alta. Dicha subida de los precios pesa de forma significativa sobre los presupuestos de los hogares. El problema es que, mientras se disparan los costes de la electricidad y/o el gas, los salarios no suben, por tanto, el déficit se agrava.

Consecuencias de la pobreza energética

La pobreza energética tiene un impacto muy importante en la vida de los hogares afectados. En primer lugar, porque puede plantear problemas de salud vinculados a la falta de calefacción. No solo a nivel físico provocando enfermedades como la bronquitis, artrosis, gripe o angina, sino también emocional (estrés, ansiedad, depresión, etc.)

La pobreza energética también tiene una serie de consecuencias sociales que pueden incidir negativamente en la vida de los afectados, puesto que existen unos costes indirectos asociados con la precariedad que conlleva este fenómeno, como es el cansancio o el desgano en el trabajo y/o la apatía y el absentismo escolar.

Por otra parte, un hogar que no está correctamente calefaccionado y ventilado, tenderá a ser húmedo y por lo que la propiedad será más propicia a desarrollar moho y hongos, que pueden afectar a los miembros de la familia especialmente a los más vulnerables (niños y ancianos), además de convertirla en un sitio antihigiénico e inhabitable.

Otra de las graves consecuencias que tiene la pobreza energética es el empleo de métodos alternativos no seguros para calentar los hogares, razón por la cual en invierno se dispara el número de hogares incendiados y de fallecimientos por intoxicación, cuando no hay una ventilación adecuada y se emplean braseros improvisados para guisar o calefaccionar el ambiente.

Finalmente, la pobreza energética puede agudizar los problemas económicos, ya que lo que los hogares que la padecen sufren el riesgo de que se disminuya la potencia de su medidor eléctrico o que se corten los suministros, lo que, además, conlleva sobrecostes de restablecimiento y multas por mora.

 

 

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