Rusia tiene un material que podría ayudarnos a mejorar nuestra estancia en el planeta Tierra. Las placas solares del futuro están en manos de Putin. En la actualidad, hay varios proyectos encaminados a mejorar la eficacia de las placas, como el espejo que aumenta su energía en casa.
La crisis energética y el miedo a quedarnos sin suministro ha generado que muchas personas reparen en la importancia del autoconsumo y, en el caso de las compañías, la instalación de placas y paneles solares más eficientes.
Todos necesitamos disponer de energía en el hogar, el trabajo, hospitales, transporte público… Las diferentes actividades que realizamos en nuestro día a día están marcadas por la generación de energía o su empleo.
Rusia tiene mucho que ver en la eficacia de unas nuevas placas solares
China ha tenido el monopolio de los paneles solares durante un largo tiempo, pero Japón tiene la tecnología perfecta para quedarse con el control: las perovskitas. Su proyecto es una cuestión de índole internacional, ya que, por un lado, desea quitarle el reinado a China en el mercado de las placas solares y, por otro, quiere utiliza las perovskitas, material que produce Rusia.
Es un proyecto atractivo para el mundo, incluyendo a España, pero las sanciones impiden que las compremos. Por su parte, Japón cuenta con un fuerte apoyo del gobierno y apuesta por las células solares de perovskita para recuperar el liderazgo tecnológico.
La película solar de perovskita está superando cada desafío técnico que se presenta para transformarse en una alternativa sostenible y versátil al silicio. Precisamente este material (silicio) es el que ha tenido bajo su dominio China, razón por la que ha liderado el sector durante años. Sin embargo, la perovskita que propone Japón viene a romper con lo establecido y sentar un precedente.
¿Qué son las perovskitas y por qué son tan importantes para las placas solares?
Fueron inventadas por el científico japonés Tsutomu Miyasaka. Se trata de unas células fotovoltaicas con una estructura cristalina parecida a la del mineral natural del mismo nombre. Este material fue objeto de estudio durante la última década debido a su potencial para transformar la luz solar en electricidad de manera más eficiente y a un menor coste.
Si los comparamos con los paneles de silicio, los de perovskita son más delgados, flexibles y ligeros, unas características que amplían el abanico de posibilidades para la instalación. Pueden colocarse en balcones de apartamentos, marquesinas, vehículos y otros lugares donde el peso y la flexibilidad sean especialmente críticos.
Las células fomentadas por Japón han conseguido grandes avances desde su invención y ya superan la eficiencia de las células de silicio. Sin embargo, por ahora las que mejor funcionan son la que se hacen a partir de plomo, un metal tóxico. Debido a la transición energética que transita el mundo, esto ha llevado a investigar otras opciones.
Este es el gran problema de las placas solares del futuro
Las células de perovskita tienen problemas de degradación, aunque los científicos ya están logrando que aguanten la exposición a la humedad, el calor y la luz solar por más tiempo.
Japón perdió el liderazgo de la producción de silicio ante el avance de China, pero esta vez no está dispuesto a perder su lugar en el ranking. Ya se están tomando medidas para que no suceda. El gobierno japonés ha invertido más de 400 millones de dólares en la producción en masa de células basadas en perovskita.
Compañías como Sekisui Chemical y EneCoat Technologies están presentes en este contexto. Además, Japón cuenta con la ventaja de ser el segundo productor mundial de yodo, un elemento clave en la fabricación de células de perovskita.
Ahora las placas solares tienen un nuevo horizonte por delante en el que Rusia juega un papel fundamental, además de Japón y China. Solo el tiempo dirá cuál es el país que finalmente logra destacar.
Mientras tanto, siguen apareciendo inventos vanguardistas como el artilugio transparente que puedes poner en tu casa para generar energía sin obras que podría desbancar a las placas solares. Las formas de producir energía, ya sea solar o de otra índole, están cambiando y, con ellas, nuestra manera de vivir.