En plena transición energética, se han instalado turbinas eólicas bajo el agua. El motivo que ha movido a una compañía brasileña a hacer esto deja a los expertos en shock. Las profundidades del océano entrañan grandes misterios y uno de ellos está íntimamente ligado a la extracción de energía. Ya hemos visto con anterioridad proyectos tan ambiciosos como el de la energía inimaginada en España, por lo que no extraña la apuesta de estas turbinas eólicas.
Aun con desafíos para disfrutar de la energía ubicada en el mar, se está llevando a cabo importantes avances en el desarrollo de tecnologías eficientes y rentables. De hecho, ya existen varios proyectos en varias partes del mundo, y se espera que en las próximas décadas la energía proveniente del océano tenga un lugar privilegiado. El mar, con su vasto potencial energético, es un valioso recurso para alcanzar el futuro renovable que busca la humanidad.
Tras años gobernados por los combustibles fósiles, el objetivo mundial es apostar por las renovables para minimizar el impacto ambiental ocasionado. El calentamiento global y el cambio climático siguen avanzando mientras que los expertos siguen perfeccionando sus tecnologías para explotar la energía ubicada o provocada en el mar.
Turbinas eólicas bajo el agua: la instalación que nadie comprende
La empresa brasileña TidalWatt ha desarrollado su propia turbina submarina: una unidad Colectora de Energía Corriente (UCEC). Su propósito es aprovechar al máximo la energía ubicada en el mar para ir dejando a un lado los combustibles fósiles y bajar las emisiones de gases contaminantes.
“Si la fuente es predecible y constante decimos que ofrece seguridad energética. En ese sentido, el océano es la única fuente de energía renovable segura”, expuso Mauricio Queiroz, CEO y fundador de Tilda Watt ante Sustainable Brands.
“Las corrientes oceánicas ya están ampliamente mapeadas, por lo que ya conocemos numerosas posiciones que son ideales para la instalación de nuestras plantas submarinas”, agregó.
Estas turbinas también fueron creadas para captar la energía hidrocinética de las corrientes del fondo marino y parte de dos premisas. Por un lado, la fiabilidad que aporta la energía oceánica y, por otro, que estas turbinas eólicas son inofensivas para la vida marina.
El planteamiento de la compañía es emplear turbinas submarinas creadas para captar la energía del océano. Según los cálculos de Mauricio Queiroz, uno de los dispositivos de tres metros de diámetro de la empresa podría aprovechar una corriente de 1,87 nudos para generar 5 MW. “Prácticamente la misma potencia que una turbina eólica de 180 metros de diámetro”, puntualizó ante el medio ya nombrado.
Estas turbinas eólicas bajo el agua cambian todo lo que sabíamos sobre el océano
De esta manera, su dispositivo podría conseguir una energía similar valiéndose de un generador con un diámetro 60 veces inferior.
Un aspecto distintivo de estas turbinas eólicas es su previsibilidad, que se añade a sus muchas otras bondades, como la superficie que ocupa, su impacto o sus detalles tecnológicos. “Por la disponibilidad de la fuente, una turbina eólica en promedio produce energía el 30% del tiempo; nuestra tecnología lo hace el 90%. Al ser 3.600 veces más pequeñas, en área de cobertura, nuestras turbinas pueden producir tres veces más energía”, señala el CEO de la firma.
Sus dispositivos van destinados al trabajo en zonas con corrientes que superen de media el nudo de velocidad. Con los datos actuales y tomando como como punto de referencia el consumo de Brasil, Queiroz estima que con una sola turbina submarina podría abastecer de energía a alrededor de 22.800 familias.
En definitiva, estas turbinas eólicas bajo el agua suponen un antes y un después para aquellos que creen en el potencial energético del océano.
