Las Autopistas de la Energía de la Unión Europea constituyen un concepto estratégico diseñado para modernizar, ampliar e interconectar las redes eléctricas del continente, con el fin de garantizar un suministro energético seguro, eficiente y sostenible.
Este proyecto, del que acaba de dar más detalles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, surge como respuesta a la creciente necesidad de integrar energías renovables a gran escala, reducir la dependencia de combustibles fósiles y reforzar la resiliencia del sistema energético frente a crisis o interrupciones externas. Y en este punto, el corredor del hidrógeno H2Med se antoja clave.
Las autopistas energéticas de la UE
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció hoy que creará una iniciativa denominada Autopistas de la Energía con la que pretende desatascar «ocho cuellos de botella críticos», que incluye los enlaces eléctricos entre España y Francia y también el corredor del hidrógeno H2Med entre la Península Ibérica y Marsella.
«Presento una nueva iniciativa llamada Autopistas de la Energía. Hemos identificado ocho cuellos de botella críticos en nuestra infraestructura energética, desde el estrecho de Øresund hasta el canal de Sicilia. Ahora trabajaremos para eliminar estos cuellos de botella uno por uno», dijo Von der Leyen en el Parlamento Europeo durante el Debate del Estado de la Unión.
La conservadora alemana no citó expresamente en su discurso las interconexiones de Francia con la Península Ibérica, que en lo que se refiere a la electricidad apenas alcanza el 2,84 %, cuando los Estados miembros deberían haber llegado en 2020 al 10 % y el objetivo para 2030 es del 15 %, pero fuentes europeas confirmaron después que está incluida entre esos ocho cuellos de botella detectados por Bruselas.
Reforzar esa conexión es una reivindicación histórica de Madrid y Lisboa, que han redoblado la presión desde el apagón eléctrico peninsular del pasado 28 de abril, lo que llevó al Banco Europeo de Inversiones (BEI) a anunciar, en junio, que financiará con 1.600 millones de euros en préstamos a Red Eléctrica de España y el distribuidor galo Réseau de Transport d’Électricité (RTE) la interconexión eléctrica del golfo de Vizcaya.
Esa infraestructura tendrá una extensión de 400 kilómetros -300 de ellos bajo el mar- y duplicará la capacidad de intercambio eléctrico entre España y Francia, llegando hasta los 5.000 megavatios.
Además de la interconexión eléctrica transpirenaica, también figura en esa lista de cuellos de botella identificados por el Ejecutivo comunitario el corredor sur del hidrógeno que busca unir los mares Mediterráneo y del Norte y que incluye el hidroducto H2Med entre la Península Ibérica y Marsella y el Corredor Marítimo Algeciras-Rotterdam, entre otros.
Ese listado recoge también la interconexión eléctrica de Chipre con Europa continental, el refuerzo de los enlaces en los Estados bálticos, la infraestructura para unir la región de los Balcanes con la UE, el mar del Norte como centro de interconexión marina, el corredor suroeste de hidrógeno y las interconexiones del sudeste de Europa. «Reuniremos a gobiernos y empresas energéticas para abordar todas las cuestiones pendientes, porque los europeos necesitan energía asequible ahora mismo«, agregó Von der Leyen.
En declaraciones posteriores, el comisario europeo de Energía, Dan Jørgensen, aseguró que trabajará «sin descanso» sobre la hoja de ruta marcada por Von der Leyen y se comprometió a presentar «pronto el Paquete sobre Redes junto con la iniciativa de Autopistas de la Energía anunciada hoy». «Estas son claves para completar nuestra Unión de la Energía y proporcionar una energía más limpia, barata y segura», concluyó el comisario. En ese camino, además, Jørgensen ha confesado que confía en alcanzar un acuerdo para desvincular a la Unión Europea (UE) de los hidrocarburos rusos con la intención de que entre en vigor el 1 de enero.
En conclusión, las Autopistas de la Energía de la UE representan una apuesta estratégica por un sistema eléctrico interconectado, renovable y resiliente. Más que simples infraestructuras, constituyen la columna vertebral de la transición energética europea (como es el caso del corredor del hidrógeno H2Med entre la Península Ibérica y Marsella) y un elemento clave para garantizar la seguridad de suministro, la competitividad y la sostenibilidad en las próximas décadas. EFE / ECOticias.com