Una nueva investigación ha proporcionado interesantes datos, acerca del repentino evento de enfriamiento que acaeció hace unos 34 millones de años y que contribuyó a la conformación de las capas de hielo que cubren la Antártida.
Placas y corrientes
Las simulaciones de alta resolución que se han hecho de las circulaciones oceánicas demuestran que, la apertura tectónica que originó las vías marítimas del Océano Austral, también impulsó una reorganización fundamental de todas las corrientes oceánicas, lo que cambió el transporte de calor e inició un importante enfriamiento del agua superficial antártica, que pudo alcanzar los 5°C.
Dicho estudio que se publicó en ‘Nature Communications’, contó con la participación de un equipo multidisciplinar de científicos de corte internacional, podría dar nuevas respuestas a la interrogante de: ¿cómo se conformó capa a capa de hielo, el continente helado del Sur: la Antártida?
Entre los descubrimientos que se realizaron, está la comprobación de que un cambio de apenas 600 metros de profundidad a nivel de una de las ‘puertas’ del océano es capaz de ocasionar dramáticos descensos de las temperaturas en las costas, de modo que este evento podría haber influido en la conformación de la Antártida.
Aislamiento y frío
Se ha comprobado que, desde hace al menos 34 millones de años no existen puentes de comunicación con Sudamérica y/o Australia, ya que desaparecieron a causa de un evento tectónico que aisló al continente austral, al tiempo que las corrientes marinas se reorganizan a su alrededor.
Se estima que una corriente circumpolar comenzó a fluir, lo que hizo imposible la continuación de los giros subpolares, que transportaban aguas más cálidas a la costa antártica. Paralelamente comenzó una acumulación de capas de hielo en la Antártida y el planeta sufrió un cambio climático hacia condiciones cada vez más frías.
Los científicos siempre han debatido acerca de cuál es el rol que cumplen las vías marítimas que tienen su punto de apertura en las capas de hielo de la Antártida, respecto a la disminución en el nivel de gases de efecto invernadero que se acumula en la atmósfera en cada etapa. Y este estudio evidencia que dichos eventos están intrínsecamente relacionados.
Las simulaciones oceánicas que realizaron los autores del estudio demuestran que el rápido y drástico enfriamiento de las aguas superficiales de la Antártida se debieron a un cambio de apenas unos cientos de metros, que afectaron a la profundidad de las vías marítimas de las aguas superficiales circundantes.
El evento tectónico que provocó el descenso del fondo marino, junto con una importante disminución en la concentración del CO2 en la atmósfera, jugaron un rol crucial para que se produjera la primera glaciación antártica e indujera a un enfriamiento integral del planeta.
Bendita tecnología
Este proyecto también puso en evidencia la importancia que tiene la alta resolución de los modelos oceánicos con los que se trabaja, dado que las simulaciones son altamente sensibles a los cambios en la profundidad de las vías marítimas, de modo que, ante modificaciones mínimas, se obtienen resultados muy exactos.
Además, son capaces de resolver ‘remolinos’ y corrientes oceánicas turbulentas que resultan cruciales para determinar la temperatura en el Océano Austral con precisión.
Las conclusiones de este estudio demuestran que los procesos impulsados por la tectónica de placas tienen una innegable influencia en los cambios de clima y de condiciones generales del Océano Austral. Los investigadores aseguran que, la comprensión de estas etapas climáticas antiguas resulta vital para crear futuros modelos climáticos
Con estos es posible predecir cuáles serán las condiciones climáticas futuras, lo que nos permite comprender el comportamiento del clima si las concentraciones de CO2 siguen aumentando, que es lo que se prevé, ya que ni las cumbres climáticas ni las advertencias de los científicos, parecen hacer mella en el egoísmo y el ansia de consumo de los humanos.