El reciente deslinde propuesto en el entorno de Doñana ha desatado una profunda reacción dentro de la comunidad científica, que alerta sobre las consecuencias ecológicas y sociales que podría acarrear para uno de los humedales más emblemáticos de Europa.
Doñana leva años sometido a una presión creciente derivada de la sobreexplotación de los recursos hídricos, la expansión agrícola y los efectos del cambio climático y ante este escenario ya delicado, la posibilidad de redefinir los límites de protección del espacio natural ha encendido las alarmas entre especialistas en ecología, hidrología y conservación.
Los científicos señalan que cualquier modificación en Doñana que permita un mayor uso del suelo o del agua en áreas próximas al parque podría acelerar el deterioro irreversible de sus ecosistemas. Subrayan que la marisma, el acuífero y los sistemas asociados funcionan como una unidad interdependiente: alterar una parte implica afectar al conjunto.
La ciencia rechaza el deslinde de Doñana y alerta de un grave riesgo ecológico
La oposición al deslinde de Doñana propuesto por el MITECO no deja de aumentar. Más de 270 científicos y científicas pertenecientes al CSIC, universidades y centros de investigación de toda España se han sumado al manifiesto para pedir a la Ministra Aagesen que también escuche a la ciencia, suspenda el deslinde aprobado y constituya un comité científico-técnico independiente que elabore una nueva propuesta basada en el abundante conocimiento científico acumulado sobre Doñana.
El MITECO, a través de la Dirección General de la Costa y el Mar, ha aprobado un nuevo deslinde que clasifica una parte sustancial del Parque Nacional de Doñana como marismas mareales.
La marisma dulce de Doñana, en riesgo por una clasificación errónea del MITECO
Según esta interpretación errónea, al menos dos tercios de la marisma del Parque Nacional de Doñana dejarían de considerarse un humedal de agua dulce y pasarían a definirse como un espacio inundable diariamente por las aguas del estuario del Guadalquivir, lo que supondría una grave amenaza para la integridad ecológica de Doñana.
La oposición al deslinde de Doñana propuesto por el MITECO no deja de aumentar. Más de 270 científicos y científicas pertenecientes al CSIC, universidades y centros de investigación de toda España se han sumado al manifiesto
Esta decisión contradice todos los estudios científicos desarrollados durante décadas que demuestran de forma inequívoca que sus marismas son humedales de agua dulce de origen pluvio-fluvial, esenciales para la biodiversidad de Europa y África.
Doñana es, y debe seguir siendo, un humedal de agua dulce y su naturaleza no puede reinterpretarse contra la evidencia científica ni perderse por una decisión administrativa errónea, sostiene el manifiesto.
“Rechazamos de plano el deslinde que propone el Ministerio de Transición Ecológica, porque refleja un grave desconocimiento del funcionamiento ecológico de Doñana, da la espalda al abundante conocimiento científico y supone una grave amenaza para las últimas marismas de agua dulce reconocidas y protegidas a nivel internacional”, afirman ecologistas.
Consecuencias ecológicas irreversibles si prospera el nuevo deslinde
Según el criterio de los más de 270 firmantes, esta propuesta de deslinde ignora la realidad física, ecológica e histórica de Doñana y podría tener consecuencias irreversibles: la pérdida de sus valiosos humedales de agua dulce y la alteración profunda de sus ecosistemas más valiosos, protegidos por la legislación nacional e internacional (Parque Nacional, UNESCO, Ramsar, Red Natura 2000).
Por ello, la comunidad científica pide a la Ministra Sara Aaegesen que suspenda el deslinde aprobado y que se constituya un comité científico-técnico independiente, formado por expertos de reconocido prestigio, que revise los criterios aplicados y elabore una nueva propuesta de deslinde basada en el conocimiento científico acumulado sobre Doñana.
Se ha interpuesto recurso de reposición contra esta resolución de deslinde en Doñana que la Ministra para la Transición Ecológica debe fallar antes del 13 de diciembre.
Además, el deslinde cuenta también con el rechazo mayoritario del Consejo de Participación de Doñana que informó negativamente sobre el mismo en una sesión extraordinaria celebrada el pasado 16 de octubre.
Más allá de la defensa del espacio natural, la comunidad científica reclama que las decisiones sobre el deslinde se basen en evidencia empírica rigurosa y en análisis integrales del impacto acumulado. Insisten en que la gestión de Doñana debe priorizar la sostenibilidad a largo plazo y no responder a intereses coyunturales.
Se ha interpuesto recurso de reposición contra esta resolución de deslinde que la Ministra para la Transición Ecológica debe fallar antes del 13 de diciembre.
En esencia, la reacción científica frente al deslinde pone de manifiesto que Doñana no es solo un territorio, sino un símbolo de la responsabilidad colectiva sobre la conservación del patrimonio natural. Cualquier cambio en su protección exige cautela, transparencia y un compromiso firme con el futuro del ecosistema. Seguir leyendo en ECOticias.com













