La UE está en boca de todos tras invertir 3.500 millones en blindar los océanos. Esto supone el fin de la pesca y el comienzo de la economía azul. La noticia del adiós definitivo de Europa al gas natural fue sorprendente, pero esta no se queda atrás. Antes de pasar a explicar el accionar de la Unión Europea, conviene repasar qué es la economía azul.
La economía azul es aquella que reconoce la importancia de los mares y los océanos como motores de la economía por su increíble potencia para la innovación y el crecimiento, según la definición aportada por la Unión Europea.
Los océanos generan más del 50% del oxígeno del planeta Tierra y absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono de los humanos. Debido a su importancia, la UE está dispuesta a invertir una considerable cantidad de dinero en blindar los océanos.
Comienza la economía azul de verdad: esto es lo que ha hecho la UE
Este año, la UE ha llegado a la Conferencia Our Ocean en Atenas con un paquete de propuestas más que llamativo: cuarenta compromisos con el océano y un fondo de 3.500 millones. El comisario europeo de Medioambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius defendió en este marco al océano y recalcó su firme compromiso de protegerlo.
Recordó la firma hace un año de un acuerdo versado sobre la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina más allá de las aguas jurisdicciones nacionales (BBNJ). Estos compromisos por parte del continente suponen la mayor suma jamás anunciada por Bruselas desde las conferencias Our Ocean de 2014.
La UE se compromete mucho más con la economía azul
Bajo estas circunstancias, la Unión Europea marcará un hito destinando 1.900 millones de euros a la pesca sostenible en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), constituyéndose en uno de los mayores importes anunciados y se asignará con cargo a los Planes de Recuperación y Resiliencia (PRR) de 2020-2026 de España, Chipre, Grecia, Polonia y Portugal.
Esto último para otorgar su apoyo a 14 inversiones y una reforma en el sector pesquero y la acuicultura sostenibles. Además, destinará 23,5 millones de euros durante este año y el próximo para dar respaldo a las organizaciones regionales de pesca (ORP) y los acuerdos internacionales correspondientes en los océanos Atlántico, Pacífico, Índico, Ártico y Antártico y los mares Mediterráneo y Negro.
Siguiendo esta misma línea, la UE consagrará 1,5 millones de euros a la aplicación del Acuerdo sobre medidas del Estado rector de puerta para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
La UE protege el mundo marino
Los compromisos abarcan también 1,36 millones de euros para el apoyo de la implementación del Tratado de Alta Mar o BBNJ, por sus siglas en inglés. Por otro lado, 24 millones de euros se dirigirán a la protección de biodiversidad marina y la preservación de los ecosistemas marinos en la corriente azul de Benguela (África austral), Maldivas, Surinam y las tierras australes y antárticas francesas.
Para que el océano y el clima se conserven impecables, la Unión Europea ha fijado 103 millones de euros para programas de observación de los océanos (Copernicus, Wekeo, Neccton) e investigación para avanzar en los modelos oceánicos de predicción climática.
130 millones de euros recogidos en el marco del Instrumento de Recuperación y Resiliencia (2020-2026) serán dirigidos a los planes de Italia y Portugal de apoyar las inversiones en economía azul sostenible. A su vez, 134 millones de euros se derivarán para ayudar a países africanos al desarrollo de esta misma economía. Respecto a seguridad marítima, se asignan 45 millones de euros.
7,5 millones de euros han sido comprometidos por la UE y Suecia para el desarrollo sostenible de una economía azul en la zona mediterránea, además de 2 millones para el proyecto Supporting the Southern Mediterranean Contracting Parties. En última instancia, para la investigación, mediante la Misión de la UE Restaurar nuestros océanos y agua, se han asignado 92,3 millones de euros para restauración.
De esta manera, la UE invierte 3.500 millones para comenzar una economía azul y poner orden en los océanos, una fuente inagotable de energía.