Eliminan árboles adultos y sanos en la ciudad de León. Las talas en el barrio de San Mamés comenzaron en abril. Y fueron denunciadas por esta asociación, públicamente y mediante escritos dirigidos al Alcalde y al Concejal García Copete. Al considerar una aberración, cortar árboles adultos y sanos con la excusa de ejecutar un corredor verde financiado con fondos europeos FEDER-EDUSI. Nuestras instancias, desgraciadamente, ni recibieron respuesta ni han sido atendidas.
Ecologistas en Acción comparte el malestar manifestado por vecinos y vecinas del barrio de S. Mamés y aplaude las críticas de los partidos políticos que han pedido un Plan Director de conservación del arbolado -IU lo hizo en junio y el PP la semana pasada-.
En este sentido, anima a todas las fuerzas políticas a abrir un debate público, informado y documentado, sobre la importancia que tienen los árboles en la salud de la ciudad, el bienestar de las personas y la mitigación de los efectos del cambio climático.
Porque una mayoría social concienciada puede frenar la deriva arboricida de las autoridades locales, personas insensibles, a las que es frecuente escuchar, dando la razón a los vecinos que piensan que los árboles son sucios y potencialmente peligrosos. Y que están autorizando la eliminación de árboles adultos, los que más beneficios nos procuran.
Calidad del arbolado
Los responsables municipales debería tener claro que es más importante la calidad del arbolado que su cantidad. La tala de un árbol adulto no se puede compensar, como dicen, plantando ejemplares jóvenes que, si sobreviven, tardarán 20 o 30 años en procurarnos un beneficio equivalente, porque son las copas de los árboles, las hojas, las que nos dan esos beneficios.
Limpian el aire, dan sombra y nos refrescan en verano, amortiguan el ruido, son refugio de aves y de otros seres vivos, etc. Téngase en cuenta, por ejemplo, que un árbol puede absorber entre 10 y 30 kg de CO₂ al año y que 22 árboles dan el oxígeno diario que necesita una persona.
Según estudios científicos recientes, las ciudades saludables deberían estar cubiertas al menos en un 30% de su superficie por las copas de los árboles. Sin embargo, estamos muy lejos de alcanzar esa proporción. La media europea es de un 15% y en las ciudades españolas no llega al 10%, de ahí la importancia que tiene la conservación y el cuidado de los árboles de mayor porte.
Planes directores de conservación
Los planes directores de conservación son necesarios, pero antes, -siguiendo el criterio de expertos como Mariano Sánchez (Conservador Jefe del Real Jardín Botánico de Madrid), Bernabé Moya (Botánico, conservador de árboles monumentales) y Txusto González (Ingeniero Técnico Agricola del Ayuntamiento de Vitoria)- sería conveniente:
- Un debate abierto a la participación ciudadana, con expertos, fuerzas políticas, y gestores municipales de urbanismo y medio ambiente. Este diálogo sentaría las bases de futuras campañas de información y sensibilización.
- Realizar un inventario con el estado de salud de todos los árboles del municipio para conocer su desarrollo ontológico, estructural, biomecánico y patológico.
- Sustituir la actual ordenanza municipal de parques y jardines, de 1992, por una nueva ordenanza de gestión y protección del arbolado urbano y las zonas verdes y con ella desterrar las prácticas más nocivas:
- Podas anuales, sistematizadas, que ponen en riesgo la supervivencia del árbol cuando las ejecutan manos inexpertas. Los árboles no necesitan poda, se adaptan a todas las circunstancias. Solo hay que podar, puntualmente, los ejemplares cuyo crecimiento, por falta de espacio aéreo y/o subterráneo, suponga molestias o riesgos.
- Talas, primando la estabilización y la poda, y realizando pruebas de tracción o ultrasonidos que las justifiquen.
- Redactar un Plan Director para la conservación del arbolado y las zonas verdes a largo plazo (20 años) que, sometido a información pública, sea aprobado por el Pleno municipal.
La ordenanza y la planificación del Ayuntamiento de Vitoria (referente de buena gestión ambiental) son modelos a seguir. Hace falta voluntad política y una mayoría sensible, consciente de que los árboles urbanos son vitales y que de su cuidado depende nuestra salud. Eliminan árboles adultos y sanos en la ciudad de León.